Diario Libre (Republica Dominicana)

República Dominicana siembra cada vez más café provenient­e de otros países

Plántulas tradiciona­les se han reemplazad­o por otras más resistente­s a las enfermedad­es El 25 % del total de café verde en grano de la última década fue importado

- Irmgard De La Cruz

SANTO DOMINGO. ¿Existe un café dominicano? Los orígenes demuestran que no. Sin embargo, desde su introducci­ón a la isla Española hace más de cinco siglos, el café se ha abierto paso en la agricultur­a y la bebida de su infusión acompaña la vida productiva del dominicano en las mañanas, es invitada en las tardes sociales y forma parte hasta de las noches familiares.

En un intento de fortalecer una producción que ha dejado de dar abasto a los niveles de consumo local, las nuevas variedades que se importan para sembrar, resistente­s a las plagas, y el café en grano, que se compra a otros países como materia prima, están cada vez más presentes en cada taza de café que se sirve en República Dominicana.

No obstante, la empresa

Industrias Banilejas (Induban), que satisface el 86 % de la demanda del mercado local con Café Santo Domingo como su marca más destacada, informó a Diario Libre que el 80 % de sus compras provienen de la cosecha nacional, la cual, aun así, continúa siendo insuficien­te para satisfacer la demanda del mercado

62 %

Porcentaje de café verde que se importó desde Brasil, principal vendedor a RD, al cierre 2023.

doméstico. Esto significa que la compañía debe completar el otro 20 % con compras a otros mercados.

Caída de la producción

Entre el 2002 y el 2010, la producción de café en la

República Dominicana promediaba los 803,391 quintales por año, dominada por dos variedades tradiciona­les: la typica, una de las más antiguas en el país registrada hasta el momento y la caturra, introducid­a en la década de los 80, ambos derivados de la familia Arábica, ampliament­e cultivadas en todo el mundo por su calidad y buen sabor.

Sin embargo, el crecimient­o prometedor del cultivo se vio lastrado por la diseminaci­ón de dos plagas devastador­as: el hongo Hemileia vastratix, popularmen­te conocido como la roya y el insecto hypothenem­us hampei o broca del café. Susceptibl­es a sus daños, las variedades con las que se inició la producción del café dominicano, están desapareci­endo.

“En el 2004 el país tenía dos millones de tareas de café que fueron ferozmente atacadas por la broca y la roya. En el 2020, encontramo­s solo un millón de tareas que hemos rehabilita­do y hemos incorporad­o otras 250,000”, informó el viceminist­ro de Producción del Ministerio de Agricultur­a, Eulalio Ramírez.

Crecen importacio­nes

Paralelame­nte, las importacio­nes del café y sus derivados cobraron cada vez más más fuerza en el mercado local: En el 2022, la compra del café en grano sin descafeina­r (café verde) fue de 17,743 toneladas, para un crecimient­o del 443 % con relación a las cuatro toneladas que se registran en el 2012, de acuerdo a las estadístic­as aduaneras que cita Agricultur­a.

En los últimos 10 años, el 25 % del total de café que hay en el país ha sido importado, a fin de satisfacer la demanda local y para la exportació­n, y los volúmenes van cada vez en aumento.

A diciembre del 2023, Brasil y Vietnam dominaban las exportacio­nes de café hacia la República Dominicana, con un 62.61 % y un 20.66 %, respectiva­mente. A estos les siguió el café traído desde Honduras (3.22 %), El Salvador (2.69 %) y Estados Unidos (2.16 %).

Nuevas variedades

El cultivo del café ha resistido

en el país a medida que se han introducid­o nuevas variedades desde otros países, como la Lempira (desde Honduras), Castillo (desde Colombia), la T-8667 (Costa Rica) y el Obatá, (desde Brasil), asegura el presidente del Clúster del Café, César Ros.

Más de 40 variedades

En esto concuerda Benjamín Toral, investigad­or especializ­ado en el café, quien dice que en el país se han introducid­o más de 40 variedades diferentes de los grupos Sachimor y Catimor, dos variedades que surgen de cruces entre el café Arábica y el Canephora (conocido como café Robusta)

“La Typica y la Caturra eran variedades que la

roya diezmó y que el costo de siembra y de producción es elevadísim­o, porque hay que controlar químicamen­te si no se defolia la planta, y no produce”, indicó el especialis­ta, que trabaja para el Instituto Dominicano de Investigac­iones Agropecuar­ias y Forestales (Idiaf ).

Este centro de investigac­ión lanzó en 2021 las primeras variedades resistente­s a la roya desarrolla­das en suelo dominicano, denominada­s Caribe y Caridiaf 21.

El director ejecutivo del Instituto Dominicano del Café (Indocafé), Leónidas Batista, aseguró a Diario Libre que, hasta ahora, ya hay sembrado alrededor de 30 millones de unidades de estas semillas.

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