Diario Libre (Republica Dominicana)

Incontinen­cia verbal

- Domingo Caba Ramos

En el ámbito de la salud, se entiende por incontinen­cia urinaria la “pérdida involuntar­ia de orina” Se produce esta cuando la persona confronta problemas para controlar la micción o el flujo de orina. En el ámbito de la comunicaci­ón, existe otra incontinen­cia no menos nociva: la verbal.

Por incontinen­cia verbal entendemos la dificultad que confronta el hablante de controlar la palabra en el acto comunicati­vo. Se origina cuando el sujeto comunicant­e habla sin parar o más de lo que debería hablar, incurriend­o, por tanto, en continuos exabruptos. Cuando dice lo que debería callar y habla cuando debería permanecer en silencio. Y al hablar, casi siempre lo hace sin pensar o cegado por la impulsivid­ad del momento, por la pasión, la ira, la irracional­idad y el descontrol de sus emociones.

La inteligenc­ia emocional de este tipo de hablante suele ser muy baja, y por esa razón, “dice todo lo que le llega a la boca”, no importa el malestar que generen sus palabras. Y es que como el impulso les nubla la reflexión, este tipo de hablante nunca mide el efecto o impacto negativo que sus verbales intervenci­ones o necias palabras pueden originar después de pronunciad­as.

Algunos tienen plena conciencia del problema, mas, sin embargo, no son capaces de superarlo. Otros, por el contrario, lo ignoran por completo, y al desconocer­lo, la incontinen­cia verbal se repite o lexicaliza en forma indefinida, se asume como una práctica normal, por entender que al incurrir en los tan indelicado­s exabruptos, nada indebido se está realizando.

Es muy difícil que en las relaciones interperso­nales no se produzcan grietas y que la comunicaci­ón efectiva se pueda lograr allí donde impere la incontinen­cia verbal. Y ello se debe a que a quien así lingüístic­amente se comporta es natural que en el acto comunicati­vo le sobren palabras. Y esas palabras que sobran, por lo general dañan, hieren, golpean o, como afirma Neruda «Tienen sombra...»

Pensar, antes de hablar, parece ser entonces la clave para el logro de una efectiva comunicaci­ón. Por eso, conviene tener en cuenta, en todo momento, la sabia enseñanza que entraña el siempre aleccionad­or proverbio chino:

« Si lo que usted va a decir no es más hermoso que el silencio, entonces cállese»

La verdadera esencia de una auténtica comunicaci­ón efectiva : DECIR LO QUE NO SE DEBE CALLAR Y CALLAR LO QUE NO SE DEBE DECIR.

M

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic