Diario Libre (Republica Dominicana)
“Soy muy libre para deberme al público y contarles mi perspectiva”
El físico y divulgador científico ha concedido una entrevista en exclusiva a Diario Libre en la que nos cuenta cómo es su vida y en qué consiste ser científico
SD. Javier Santaolalla, físico, ingeniero y divulgador científico; nacido en Burgos, España, ha vivido gran parte de su vida en Gran Canaria. Con 41 años, además de lo mencionado, es doctor en física de partículas, ha trabajado en el Centro Nacional de Estudios Espaciales en Francia (CIEMAT) y en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) donde consiguió ser parte de uno de los mayores logros de la historia: el descubrimiento del bosón de Higgs ( partícula elemental que explicaría cómo se origina la masa de todas las partículas del Universo).
Este tema es el más recurrente en sus charlas por el mundo y sus escritos. En total ha publicado cuatro libros como autor en solitario y otros dos como coautor. Pero, ¿quién es Javier Santaolalla? ¿En qué piensa?
Un toque de ciencia
—¿Nunca te cansas de la ciencia?
No, hablar particularmente de física sí que a veces me cansa; viene alguien que se sienta al lado para contarte cosas relacionadas con la ciencia y la circunstancia no acompaña. Pero de pensar científicamente no me canso, es algo que para mí es indisoluble. —Trabajaste en el descubrimiento del bosón de Higgs, ¿qué sigue después de esto?
Todo. Realmente una de las cosas fascinantes de la ciencia es que es un camino que se amplía conforme más se observa. En vez de cerrarse, se aumenta.
Hay una frase de Descartes que se aplica hoy en día: “Daría todo lo que sé por la mitad de las cosas que desconozco”.
Siempre el desconocimiento va a ser más grande que el conocimiento. Cuando descubres algo como el bosón salen muchas preguntas, es como cortarle la cabeza a una hidra —¿Las leyes de la física son aplicables a todo el universo?
Sí, es una cosa que se cree que sí. La ciencia es un procedimiento que intenta acercarse al saber y lo hace a través de sucesivas aproximaciones, donde nunca hay una verdad eterna. Todas las teorías son susceptibles de ser levantadas en el futuro. No sabemos todo, pero apunta a que las leyes de la física sí son aplicables en todo el universo conocido. —¿Es difícil la física?
Lo es, pero al igual que la biología, el arte, todo tiene su complejidad. Creo que eso es lo que también la hace interesante, el hecho de que se necesite de esfuerzo, que el conocimiento sea acumulativo, etc. Me encanta que sea complicada, aunque me gusta desmitificar diciendo que sí necesita de ciertas aptitudes y capacidades; pero no es menos complicada que la filosofía o la historia, con las cuales yo flipo.
Algo personal
—¿Qué método y cuáles son los procesos que utilizas? Muchas veces la gente no sabe cómo es el método científico, conociéndolo eres capaz de entender el funcionamiento de la ciencia. Es la herramienta que se usa para descifrar y dar respuesta a diferentes preguntas. Consiste en una observación, en este caso el universo, formular una hipótesis y en consecuencia se intenta realizar experimentos que la refuten. Es tener una idea e intentar destruirla.
Es imposible, usando la ciencia, estar seguro de algo. Lo mejor que se puede conseguir es estar lo más cerca de la verdad generada en torno a la hipótesis que no hemos conseguido desmontar.
Una vez alcanzado algo con ese método, la idea adquiere cierta posición próxima a ser correcta y se establece como firme dentro de la ciencia hasta que alguien, quizás, pueda refutarla. Es un proceso infinito. —¿Qué dificultades tienes? Tiene doble dificultad. La primera inherente y la segunda algo más afín a nuestro mundo moderno.
Inherente en el sentido de la lentitud. Uno desde que empieza a observar hasta que saca resultados puede tardar años. Son procesos delicados donde la metodología es compleja y el recorrido es largo. Es tan meticuloso y difícil que al final requiere tiempo y paciencia.
La otra dificultad es que, en nuestro mundo, la ciencia no tiene tanto respaldo como se quisiera y los científicos tienen que hacer milagros con bajos presupuestos, carreras científicas con poca estabilidad y vivir a base de becas.
—¿Qué es lo que más difícil se te hace en tu trabajo? En mi labor como divulgador es gestionar las emociones. La física es lo que es, está en los libros y es cuestión de estudiar y explicar, requiere esfuerzo y conocimiento. El problema de la divulgación es que uno está expuesto y a veces se te complica saber llevar las críticas tanto negativas como positivas.
Lo que más me cuesta es lidiar con esto. Cuando uno hace un trabajo lo hace con corazón y con voluntad; me supone mucho esfuerzo saber que luego hay una carga emocional muy fuerte y que ésta la llevas en la espalda. Pareciera un monstruo que uno tiene detrás cuando estás en el teclado escribiendo, una mochila que pesa en la espalda.
Físico y divulgador científico
—¿Hay peligro en divulgar ideas conspiranoicas? Considero que es peligroso, incluso más de lo que podemos imaginar.
Cuando uno piensa de forma intuitiva es el menor de los peligros. EL 99 % que ve esas cosas lo hace por divertimento con los disparates que dicen, el porcentaje que acaban convencidos es bajo.
Me preocupa más la proliferación de contenidos basura que no aportan nada y que cada vez son más frecuentes.
Creo que es peligroso que la deriva de los contenidos en internet sea más burda y que no permita a las personas formarse e informarse.