Diario Libre (Republica Dominicana)
Comunidades buscan crecer con proyecto para abastecer hoteles
Campo Conecta lo implementan la FAO y el gobierno
HIGÜEY. Las comunidades agrícolas del este están atravesando un momento crítico; la tierra no se está aprovechando para cultivar y poder subsistir. Son pocos los que toman la iniciativa de generar ingresos para sus hogares.
A raíz de esta necesidad, surgió un proyecto conjunto entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Supérate y el Ministerio de Agricultura en las comunidades de Gina Jaraguá, Jagua Mocha y María Ruíz, en Higüey: que hoteles y restaurantes turísticos compren alimentos a los productores locales.
Con el objetivo de apoyar a las comunidades agrícolas, la implementación de esta actividad implicaría un aumento en la producción de este sector y una mejora en la logística de suministros en hoteles y restaurantes.
El pasado 22 de febrero, se realizó una visita a una de las comunidades, en compañía de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), para conocer de primera mano las áreas de producción y ultimar los detalles de esta nueva alianza.
En esta visita participaron representantes de la FAO, la viceministra de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Miriam Estela Guzmán de Tejada, el presidente de Asonahores, David Libre, junto con su equipo, y la comunidad de agricultores que trabaja en la zona.
Bajo el nombre “Campo Conecta”, el especialista en Turismo Rural de la FAO, Carlos Ávila, afirmó que “el campo es su vida y les conecta con la tecnología”, refiriéndose a los agricultores. Lo que hace dos años eran tierras casi estériles, ahora son zonas de cultivo de diversos alimentos como lechuga, espinacas, ajíes, puerros, tomates y pimientos, entre otros.
Buena demanda
Debido a la demanda de productos por parte de hoteles y restaurantes en comparación con la oferta, los agricultores consideran que su parcela de 40 x 20 metros se les ha quedado pequeña.
Un total de 12 trabajadores, en su mayoría mujeres, afirman: “Faltaba este impulso; nosotros nacimos para la agricultura. El campo de Higüey puede y seguirá creciendo”.
Trabajan con 300 libras de lechugas, 80 libras de ajíes y 80 libras de pepinos a la semana.
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