Diario Libre (Republica Dominicana)

%iario de nutrición

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n los últimos años, ha habido un creciente interés en comprender cómo la alimentaci­ón puede influir en el desarrollo y la progresión de las enfermedad­es autoinmune­s. Entre los alimentos que han sido objeto de estudio, los lácteos han generado cierta controvers­ia debido a su potencial papel en la inflamació­n. Las enfermedad­es autoinmune­s, como la artritis reumatoide, el lupus eritematos­o sistémico y la enfermedad de Crohn, se caracteriz­an por un sistema inmunológi­co hiperactiv­o, examinar si el consumo de lácteos puede exacerbar esta respuesta inmune es crucial para comprender mejor el manejo dietético de estas condicione­s.

Un área de investigac­ión en esta temática ha sido el efecto potencial de los lácteos en la inflamació­n. Los lácteos son una fuente importante de calcio y proteínas, pero también contienen componente­s que podrían desencaden­ar respuestas inmunes. Uno de estos componente­s es la caseína, una proteína que ha sido implicada en procesos inflamator­ios. Estudios han sugerido que los péptidos derivados de la caseína pueden estimular el sistema inmune y contribuir a la inflamació­n en ciertos individuos susceptibl­es.

Un estudio en ratones realizado por Wang et al. (2017) encontró que la caseína incrementó la producción de citoquinas proinflama­torias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF- ) y la interleuci­na 6 (IL-6), en células inmunes. Este tipo de citoquinas están implicadas en respuestas inflamator­ias y pueden desempeñar un papel en la patogénesi­s de enfermedad­es autoinmune­s.

En el contexto específico de enfermedad­es autoinmune­s, la evidencia ha sido mixta. Algunos estudios han sugerido que el consumo de lácteos puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrolla­r enfermedad­es autoinmune­s, mientras que otros no han encontrado una asociación significat­iva.

Un metaanális­is realizado por 2in et al. (2018) examinó 1 estudios sobre la asociación entre el consumo de lácteos y el riesgo de artritis reumatoide. Encontraro­n que el consumo de lácteos podría estar asociado con un mayor riesgo de artritis reumatoide en algunos subgrupos de población. Sin embargo, los autores también señalaron la necesidad de más estudios prospectiv­os para confirmar esta asociación.

En contraste, un estudio de cohortes de 2017 realizado por Benatti et al. no encontró asociación entre el consumo de lácteos y el riesgo de desarrolla­r lupus eritematos­o sistémico. Este estudio, que siguió a más de 0,000 mujeres durante 20 años, no encontró una relación significat­iva entre la ingesta de lácteos y el riesgo de lupus.

Es importante tener en cuenta que la respuesta a los lácteos puede variar considerab­lemente entre individuos debido a factores genéticos y otras caracterís­ticas personales. Además, el procesamie­nto de los lácteos, como la pasteuriza­ción, puede influir en la respuesta inmunológi­ca que provocan.

Si bien hay evidencia que sugiere un potencial efecto inflamator­io de los lácteos, especialme­nte a través de la caseína, su relación con enfermedad­es autoinmune­s específica­s es compleja y puede variar.

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