Con Cedeño se jugó al olvido y con Ohtani a las dudas

“Les dicen gordos y todos se ponen a dieta. Les dicen ignorantes y nadie se pone a leer”

Después que Shohei Ohtani leyó su comunicado de aclaración sobre las apuestas, ha dejado un océano de dudas y un manto de especulaciones que Major League Baseball está en deber de investigar hasta finalizar con la prueba del fondito para dejar todo clarito. A Ohtani no le creo ni una letra de su abecedario confucionista y lo veo como un humanoide fruto de la inteligencia artificial que está actuando como un robot.

Los casos en el deporte que van desde crímenes, apuestas, violencia doméstica, pedofilia, robos y otras truculencias que meten miedo, la MLB las mide con diferentes distanciometros.

Llámelo bendición o maldición, pero los atletas estrellas son puestos en un podio, verbigracia César Cedeño (El Super Baby) y el crimen de Malena de Cruz. La MLB lo colocó en “modo caso omiso”, jugó al olvido y le permitió seguir actuando con los Astros como si nada hubiese pasado.

A estas súper o mega estrellas, se les considera por encima de los humanos, se esperan sus logros y sus errores y no se examinan en ningún grado.

Aunque el caso de Pete Rose y las apuestas puede haber sido el mayor escándalo en MLB, evidentemente no es el único en la historia del béisbol y ahora tiene en el tapete lo de Ohtani.

Pete Rose fue sin duda uno de los mejores jugadores de béisbol, líder de hits de todos los tiempos. Por tanto, había ganado mucho dinero. Sin embargo, todavía sentía la necesidad de apostar, lo que finalmente lo llevó a su desaparición y al hecho de que está permanentemente excluido de la MLB y de la boleta del Salón de la Fama.

Después de años de decir que las acusaciones eran absurdas y falsas, se acumularon más y más pruebas hasta que, en los años 80, el comisionado Peter Ueberroth le pidió a Rose que aceptara una suspensión voluntaria de la MLB y le prometió a Rose cesar las investigaciones sobre cuánto apostaba.

Lo que empeoró el juego de Rose fue el hecho de que más tarde reveló que apostaba en los juegos de los Rojos de Cincinnati mientras era su mánager. En el libro “Contra Todo Pronóstico” de Allen J. Lee, se dan a conocer todos los detalles de su Ludopatía.

Desde un rincón de este bitercio insular y frente al Mar Caribe, veo a Shohei Ohtani caminar la misma acera que Pete Rose. Talúa, eso creo yo, que solo creo en Dios.

b

Shohei Ohtani