Parece que sí, pero no...
En el renglón político el estudio presenta un panorama igual de desalentador para las mujeres, pues aunque para las elecciones del 2016, el 44.32% de las candidaturas de todos los cargos correspondieron a mujeres, eso se debió a la obligación de otorgar la famosa “cuota femenina” a la que los partidos están obligados. Y no obstante eso, cuando se profundiza para “ver la paridad de estos puestos, la visión cambia abruptamente, ya que los espacios de mayor importancia siguen siendo ocupados por hombres”, excluyendo a las mujeres de ser elegibles para puestos de dirección que se asocian con el carácter, la autoridad, o que desarrollan megasproyectos.