Dermatitis del pañal, afección propia del bebé
Esta irritación puede ser provocada por el contacto de la piel con sustancias tóxicas durante mucho tiempo, y por las altas temperaturas que se concentran en el pañal
La dermatitis del pañal es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes en los bebés. La mayoría de los recién nacidos sufren este tipo de irritaciones entre los cuatro y los 15 meses de edad. “Es una reacción inflamatoria aguda, en la que intervienen, por ejemplo, el uso del pañal y la exposición al contenido del mismo (orina/heces), cuando el bebé permanece demasiado tiempo con un pañal mojado o sucio”, explica la dermatóloga cirujana Marisa Vólquez.
En otros casos, la dermatitis del pañal se puede manifestar por primera vez cuando el niño comienza a comer alimentos sólidos o cuando son amamantados y presentan diarrea a causa de la alimentación que consume la madre. También, cuando la ventilación de la zona del pañal es limitada, lo cual ocasiona un aumento de humedad y de la temperatura. Asimismo, por sustancias químicas como detergentes u otros productos que entran en contacto con la piel del bebé, incluidos los pañales.
Según la dermatóloga, esta afección que se desarrolla en el área cubierta por el pañal, es una maceración de las capas más superficiales de la piel debido a la humedad, situación que aumenta
la permeabilidad y, con ello, la irritación.
Como los bebés ensucian los pañales cada tres o cuatro horas, Vólquez resalta que es importante cambiar el pañal con frecuencia, ya que la naturaleza ácida de los desechos humanos favorece y multiplica los hongos, como la cándida Albicans y las bacterias, las cuales infectan la piel. Por igual, en ocasiones, los pañales demasiado ceñidos o que no calzan correctamente provocan roces y picazón.
Síntomas
Vólquez explica, que por lo general la dermatitis del pañal provoca enrojecimiento leve y descamación. En casos graves, el sarpullido puede provocar barros, ampollas y otras llagas en los glúteos, los muslos o el área genital del bebé. Si el sarpullido se infecta, puede volverse de color rojo vivo y la piel puede hincharse. Las manchas o puntos rojizos pequeños pueden propagarse más allá de la parte principal del sarpullido, incluso fuera del área del pañal, por lo que la especialista aconseja llevarlo a consulta desde que se noten uno de estos síntomas.
Tipos de dermatitis
Entre las clases de dermatitis que pueden afectar al bebé se encuentran: la irritativa lateral, un tipo muy frecuente que se caracteriza por afectar a la zona lateral de las nalgas, sobre todo, en las partes que corresponden a la región del pañal que carece de material absorbente y en la que se produce un contacto directo y prolongado de la piel con la superficie de plástico.
De igual forma, la irritativa por químico, la cual se produce por un escozor primario de la piel del bebé debido a la aplicación de determinadas sustancias antisépticas, detergentes o perfumes en la zona, y la periatal que es producida por una irritación de la región anal y perianal debido al contacto prolongado con las heces y/o la fricción excesiva con productos de limpieza, tales como las toallitas o jabones.
Prevención
Para prevenir la dermatitis, además del cambio frecuente del pañal, Vólquez aconseja limpiar de manera cuidadosa el área genital tras cada cambio. Cuando el bebé sufre este tipo de afección es de gran ayuda que en cada aseo se deje la zona íntima expuesta al aire libre durante todo el tiempo que sea posible.
Aunque algunos padres suelen usar talcos perfumados, lo recomendable, según los expertos, es evitarlo y reemplazarlos por cremas o pomadas, las cuales debes aplicar antes de colocar el pañal limpio. Su principal función es crear una barrera entre la piel y el pañal.
Cuando llegue la hora de añadir alimentos sólidos en la dieta del niño, debe de observar si alguno le causa daño, y en caso de que sea así, debe llevarlo al médico. Para tratar la dermatitis del pañal, los dermatólogos suelen indicar cremas y ungüentos tópicos, entre ellos: hidrocortisona para reducir la inflamación, cremas antimicóticas o antibióticas para combatir infecciones; también es posible que le receten antibióticos orales.