El Caribe

Quítate tú para ponerme yo

- MARISOL VICENS BELLO mvicens@hrafdom.com.do

Una de las decisiones de Estado más trascenden­tales en la actualidad de nuestro país, será la próxima selección de 4 jueces de la Suprema Corte de Justicia y la totalidad de los miembros del Tribunal Superior Electoral y sus suplentes, según la Constituci­ón, no menos de 3 y hasta 5, la cual constituci­onalmente es responsabi­lidad de las ocho personas que integran el Consejo Nacional de la Magistratu­ra pero que en términos prácticos recae en el presidente, que controla la mayoría de dicho organismo.

Por eso es tan importante que este proceso se dé con la mayor participac­ión po- sible de la sociedad para que la misma pueda incidir en que la selección se haga en base a méritos, garantizan­do los niveles de excelencia, independen­cia e integridad necesarios para que el Poder Judicial y el electoral cumplan con su misión, y no se escojan candidatos únicamente por ser cercanos al poder de turno para asegurarse su obediencia.

A pesar de que algunas de las propuestas de entidades empresaria­les y de la sociedad civil en relación al reglamento del Consejo fueron acogidas, la participac­ión de la sociedad está muy limitada en cuanto a la proposició­n de candidatur­as debido a que se otorgó un brevísimo plazo de 15 días calendario para que los interesado­s presenten candidatos, debiendo los propuestos dentro de ese mismo plazo haber aceptado la candidatur­a y completado el formulario anexando la documentac­ión requerida, lo que hace materialme­nte muy difícil concretiza­r estas propuestas.

Aunque el formulario aprobado por la cantidad de datos que requiere que tocan aspectos académicos, carrera profesiona­l, familiares, patrimonia­les, morales, hasta temas tan sensibles como revocación de visados, demandas por pensión alimentici­a o violencia doméstica, permitirá conocer mejor a los candidatos que un simple curriculum y facilitará el trabajo de depuración y entrevista­s; no menos cierto es que se requería de mayor tiempo para que muchos buenos candidatos decidan sumarse al proceso.

Esa es probableme­nte la razón principal por la que a la fecha apenas una decena de candidatos han sido postulados y aunque se espera que en los días restantes se registren más postulacio­nes, existe el riesgo de que tengan mayores probabilid­ades de presentars­e los candidatos del agrado de los miembros del Consejo y que pocos sean postulados por entidades de la sociedad civil, lo que quizás es el propósito detrás de la brevedad del plazo concedido.

Uno de los aspectos más innovadore­s de este proceso será el que se podrán formular objeciones y reparos de los candidatos hasta 3 días después de publicada la lista de preselecci­onados, lo que a pesar del temor por represalia­s que impedirá que muchos se animen a presentarl­os, será un útil mecanismo para tratar de evitar que se cuelen personas que no reúnan las con- diciones en la lista de elegibles. Esto reviste especial importanci­a pues si bien este proceso dependerá de la voluntad de la mayoría de turno, si la lista de elegibles está bien depurada la prepondera­ncia de dicha mayoría se limitará a decidir quiénes serán los agraciados finales sin que exista riesgo de personas indeseadas.

Pero para que las vías abiertas a la participac­ión ciudadana surtan el efecto esperado debemos ser proactivos presentand­o propuestas, exigiendo que se publiquen los expediente­s de los aspirantes como dispone el reglamento y aun no se ha hecho, formulando las objeciones que fueren de lugar respecto de ciertos postulados y que las mismas sean decididas previo a las vistas públicas, así como presentand­o sugerencia­s de preguntas que contribuya­n a hacer mejores entrevista­s. Esperemos que muchos entiendan la trascenden­cia de este proceso y vuelquen sus energías en hacer uso de estos mecanismos, para que no tengamos que lamentarno­s después que el mismo solo fue un ejercicio más de quítate tú para ponerme yo.

La autora es abogada.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic