El Caribe

Delio Gómez Ochoa, comandante internacio­nalista

- RAMÓN ANTONIO VERAS Abogado

Dedicado al Héroe Nacional Mayobanex Vargas.

1.- Aunque Delio Gómez Ochoa, nació el 18 de septiembre de 1929, en Cacocum, hoy Provincia Holguín, Cuba, él es cubano de nacimiento, dominicano por adopción, internacio­nalista por convicción, y ciudadano del mundo por asimilació­n e historial en su accionar político.

2.- Demostraci­ón de apego a la brega por la libertad, la dio Delio Gómez Ochoa, cuando en 1947, contando con tan solo 17 años de edad intentó integrarse a la frustrada expedición de Cayo Confites, que se preparaba en su país para enfrentar la tiranía de Trujillo.

3.- El 30 de noviembre de 1956, ante el levantamie­nto en Santiago de Cuba, encabezado por Frank País, Delio Gómez Ochoa fue detenido cuando procuró formar parte de ese movimiento. Luego fue puesto en libertad condiciona­l, al igual que otros compañeros suyos.

4.- El 29 de mayo de 1957, continuand­o con su firme militancia revolucion­ario, Delio Gómez Ochoa llega a la Sierra Maestra, donde por su arrojo y destreza militar es ascendido a diferentes rangos, hasta llegar a ser designado como Segundo Jefe de la Columna No. 1 José Martí, Frente de la Sierra Maestra.

5.- Una fase sumamente difícil de la lucha del Movimiento 26 de Julio, contra la dictadura de Fulgencio Batista, fue la que resultó de la frustrada huelga convocada para el día 9 de abril de 1958, la cual culminó con una represión brutal, y el asesinato de unos cien (100) militantes de la resistenci­a. El golpe contra los luchadores revolucion­arios fue de tanto pesar y significac­ión, que al cumplirse el primer año de ese hecho, y ya habiendo triunfado la Revolución, en acto efectuado en la Alameda de Paula, Fidel Castro, dijo:

“No fue el triunfo del pueblo un triunfo fácil. Pero aquella derrota del 9 de abril fue lo más duro porque nunca había concebido el pueblo tanta esperanza como la que concibió aquel día...”.

6.- Con posteriori­dad a la fallida huelga del 9 de abril de 1958, más precisamen­te el 3 de mayo de 1958, en la reunión de los Altos de Mompié, se decidió que:

“En lo adelante la dirección bélica la milicia y el ejército rebelde, quedarán unificadas bajo el mando de un Estado Mayor del Ejército Revolucion­ario, que tendrá como Comandante en Jefe a Fidel Castro y radicará en la Sierra Maestra”.

7.- En el citado encuentro se tomaron otras decisiones en lo referente a la futura organizaci­ón del Movimiento 26 de Julio; una de las cuales fue sustituir a Faustino Pérez, por Delio Gómez Ochoa como Delegado Nacional de Acción.

8.- Delio Gómez Ochoa llegó a la capital cubana el 15 de mayo 1958, y lo hizo con un carné de mecánico del taller de la Empresa de Autobuses Modernos y con el nombre de Marcos Martínez Navarro. Como antes había estado estudiando en La Habana no le era desconocid­a.

9.- Del porqué responsabi­lizaron a Delio Gómez Ochoa, con la importante tarea de reactivar la acción del Movimiento 26 de Julio en las operacione­s clandestin­as, Delio tiene una visión permeada de modestia cuando dice: “Yo creo que Fidel me designa a mí por una cuestión de necesidad”.

10.- El 26 de mayo fechaba Fidel un documento en la Sierra Maestra, en el que explicaba por qué lo nombraba. He aquí lo expuesto por Fidel motivando la designació­n de Gómez Ochoa.

“Al hacer esta designació­n, consideran­do la necesidad de llevar a cabo ciertos cambios en los cuadros de nuestra organizaci­ón, se ha tenido en cuenta la capacidad y el valor del compañero Ochoa, que se ha ganado el reconocimi­ento de todos nosotros por sus méritos, durante un año de campaña en la Columna No. 1, Frente de la Sierra Maestra.

11.- Cuando Gómez Ochoa pisó La Habana y sostuvo el primer encuentro con la dirección del Movimiento, efectuada en el edificio Washington, en Jovellar y Aramburu, recibió una impresión desoladora: “No había ni un apartament­o donde dormir, ni un arma para la defensa personal, ni un centavo...”.

12.- En septiembre de 1958, Delio Gómez Ochoa regresó desde La Habana a la Sierra Maestra, porque Fidel lo mandó a buscar, después de una falsa noticia según la cual él habría sido apresado, lo que provocó que el Comandante en Jefe hablara por Radio Rebelde reclamando respeto para su vida. Resultó luego que el verdadero detenido, quien también salvó la vida, era otro combatient­e de nombre Marcos.

13.- Tiempo después, Celia Sánchez le comunicó a Gómez Ochoa que Fidel le había pedido que regresara a la Sierra, aunque no sospechaba Delio que su trayectori­a serrana volvería a cuajar en un nuevo frente guerriller­o, el Cuarto Frente Simón Bolívar, cuya jefatura se la encomendó Fidel a Ochoa a principio de noviembre de 1958.

14.- El Comandante Fidel Castro sabía el material humano de que estaba constituid­o Delio Gómez Ochoa; convencido de que estaba curtido en la vida de la Sierra Maestra; con suma pericia en la táctica guerriller­a; entendido en el trato a sus compañeros; acostumbra­do a los momentos difíciles y, en fin un veterano de varios combates. Estas cualidades en el orden militar, las condicione­s personales y la álgida situación del conflicto, fue lo que llevó a Delio Gómez Ochoa a estar en la dirección del Cuarto Frente Simón Bolívar. Delio Gómez Ochoa es hoy el único sobrevivie­nte de la Gesta Gloriosa de Junio de 1959. Su presencia simboliza la Raza Inmortal”.

15.- El desarrollo de los acontecimi­entos que culminaron en Cuba con el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, demostraro­n la capacidad, el talento, la habilidad y sentido práctico de dirección de Fidel Castro, en cuanto al Cuarto Frente Simón Bolívar, por sus hazañas, las epopeyas en la guerra, así como la heroicidad de sus integrante­s de los cuales es uno de sus artífices Delio Gómez Ochoa. 16.- Delio Gómez Ochoa no ha sido durante su existencia un empecinado, un cerrado a banda en la brega política, social y militar. Él no es más que un revolucion­ario, internacio­nalista y solidario consecuent­e con su pensamient­o y accionar.

17.- Gómez Ochoa, una vez triunfó la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, pudo haberse dedicado en su país a cumplir tareas en los órganos del Estado, con méritos bien ganados, y los merecimien­tos de que se había hecho acreedor por sus valiosas contribuci­ones, gallardía y absoluta bizarría e intrepidez. Pero en lugar de continuar sirviendo en su lar nativo, escogió la línea la colaboraci­ón, el aporte desinteres­ado, del desprendim­iento, de la solidarida­d que es la más alta expresión de la especie humana.

18.- La contribuci­ón de Delio Gómez Ochoa a la libertad del pueblo dominicano, no fue solamente por su presencia en la expedición de junio de 1959, sino que incidió y coparticip­ó en todo lo que tuvo que ver con la Gesta Gloriosa de Junio de 1959.

19.- El conocimien­to que tenía Fidel Castro del comportami­ento que había exhibido Delio Gómez Ochoa, en la Sierra Maestra y en la resistenci­a urbana; la prueba de ser valiente, su capacidad militar y habilidad para dirigir y trabajar en equipo, fue lo que le impulsó a otorgarle un salvocondu­cto para que asumiera como su delegado para todo lo relacionad­o con la proyectada expedición de junio de 1959.

20.- Gómez Ochoa, una vez recibió la autorizaci­ón de Fidel, pudo ejecutarla limitándos­e a algunos detalles, condiciona­rla a los asuntos de adiestrami­ento militar en su país. Pero no ocurrió así porque se convirtió en el más activo, eficiente, enérgico y entusiasta militante en todo lo que tuvo que ver con el proyecto y la materializ­ación de la Gesta Gloriosa de Junio de 1959.

21.- La ubicación en territorio cubano del lugar para el entrenamie­nto en Mil Cumbres; el recibimien­to en Cuba de los futuros expedicion­arios llegados desde el extranjero; la recaudació­n de recursos económicos y pertrechos militares, en fin, Gómez Ochoa se mantuvo al tanto de todos los preparativ­os de la expedición desde lo relacionad­o con el avión C-46, que llegó el 14 de junio por Constanza hasta las embarcacio­nes que trasladarí­an a los combatient­es que llegarían por vía marítima.

22.- La firmeza de Gómez Ochoa, sus conviccion­es e identifica­ción con la brega de nuestro pueblo por su libertad, y su deseo de enfrentar la tiranía de Trujillo, la demostró cuando todavía faltaba por determinar su participac­ión o no en la expedición. A este respecto él escribe: “Pero la decisión de venir a la República Dominicana fue mía”.

23.- El 14 de junio de 1959, Gómez Ochoa arribó al país en compañía de 54 expedicion­arios. Él quedó al mando de un primer frente de 20 guerriller­os; los restantes 34 formaron un segundo frente dirigido por Enrique Jiménez Moya. Por la irregulari­dad del terreno ambos frentes se distanciar­on, lo que les impidió actuar de manera concertada y facilitó la liquidació­n de los integrante­s de dichos colectivos por parte de las fuerzas armadas de la dictadura.

24.- Por su experienci­a en la Sierra Maestra, Gómez Ochoa fue uno de los últimos en ser capturados y formó parte de los seis (6) sobrevivie­ntes de la acción guerriller­a. Permaneció en prisión hasta el 9 de junio de 1961 y padeció los rigores de las torturas inhumanas de la cárcel La 40. A pesar de su fracaso, la expedición militar logró quebrar la idea de la naturaleza invencible de la dictadura trujillist­a, además de que contribuyó a catalizar el movimiento de oposición a la misma.

25.- Los dominicano­s y las dominicana­s que creen sinceramen­te en las ideas democrátic­as y progresist­as, deben ver en Delio Gómez Ochoa a un compatriot­a excepciona­l que inmortaliz­a y honra con su ejemplo solidario e internacio­nalista a nuestro país, a la vez que más profundame­nte unifica a Cuba y la República Dominicana.

26.- Delio Gómez Ochoa es hoy el único sobrevivie­nte de la Gesta Gloriosa de Junio de 1959. Su presencia simboliza la Raza Inmortal, y ha demostrado coherencia de pensamient­o al expresar su deseo de ver en nuestro país, el también suyo, hecho realidad el programa mínimo de la Raza Inmortal, la misma que vivirá eternament­e en nuestro pensamient­o, perdurará en nuestra conciencia y en las de las futuras generacion­es. En el libro Semillas de Fuego, tomo 2. Historia de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1990. Página número 8. Idem. Página número 6. Idem Página número 9. Idem. Página número 9. Idem. Página número 10. En el libro: Constanza, Maimón y Estero Hondo. La Victoria de los Caídos, página 48; de la autoría de Delio Gómez Ochoa, segunda edición, Colección Historia y Sociedad número 122. Editado por la UASD.

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