Starsky: emprendedor que abastece de pan al pueblo de Constanza
Nació y creció en una familia consagrada al trabajo; desde los seis años aprendió el oficio hasta llegar a empresario
Starsky Tejada es propietario de la Panificadora y Repostería Starsky, una empresa que aquí en Constanza procesa diariamente 3,000 libras de harina y eso alcanza para producir unas 42,000 unidades diariamente de pan. Pero no siempre fue así.
En 2009, cuando el emprendedor abrió el negocio, apenas trabajaba unas 60 libras, pero siguió empujando. Starsky viene de una familia con tradición panadera; desde su padre hasta sus tíos todos han sido panaderos y lo llevan con orgullo. “Empecé a hacer pan en el año 1983, cuando tenía apenas seis años de edad. Jamás me he desconectado de esto”, le dice el emprendedor a elCaribe, dejando ver la satisfacción que le genera hablar del tema.
Starsky no es cualquier panadero y su ánimo para trabajar es tan elevado como la capacidad instalada que tiene su establecimiento, especialmente luego de la adquisición y colocación de maquinarias, cuyo costo alcanzan los 3.4 millones de pesos. Antes se había realizado otra inversión por unos 6.2 millones.
Lo que ha hecho el propietario de Starsky es lo mismo que haría un comerciante con visión amplia: sacar los aparatos menos eficientes, para colocar unos de vanguardia, mucho más acorde con las exigencias y capaces de llevar más ganancias a los bolsillos del inversionista. “No diré que esas máquinas que he ido sacando eran obsoletas, porque no eran tan viejas. Lo que busco es mayor producción, menos esfuerzo para los empleados y menos tiempo utilizado”, dice el empresario. Y asegura que su panadería es la más grande de Constanza y la más avanzada.
“Una de las cosas que me motivaron a llevar este proyecto al nivel que está hoy, fue para intentar que la gente cambie su manera de pensar sobre el pan. A veces uno oye a la gente decir que no consume pan de su pueblo porque ese pan no sirve. Para que la gente vea cómo se hace el pan aquí, nosotros hicimos ese esfuerzo”, sostiene. Para Starsky Tejada no ha sido fácil mantenerse en la actividad, según expresa. “Ha sido un camino de muchos tropiezos”, rememora. Pero no se amilana. Su producción se queda a nivel local, en el municipio Constanza, pero los planes de expansión están en el camino.
El negocio está ubicado en la calle Gregorio Luperón número 64, El Cercado, Constanza. Tiene servicio a domicilio aquí, en este municipio, y la gente no para de llegar, ni de llamar por teléfono. Unos preguntan por una funda de pan y otros se interesan en los bizcochos. Es una dinámica que se repite cada día. La variedad de productos es amplia para complacer a los consumidores.
Aquí el ambiente, aunque es de trabajo, no se siente pesado. Se escuchan conversaciones entre clientes y empleados. A menudo, en este tipo de establecimientos ocurre eso… que se originan diálogos que nada tienen que ver con lo que se realiza, pero igual agrega valor, porque evita que la gente se malhumorice, en esa relación de compra y venta, oferta y demanda y servicio y queja.
La panadería-repostería tiene 28 empleados internos y 13 empleados externos, que son los vendedores.
“Un dato importante es que esos empleados internos que tenemos son 28 estudiantes. Cinco de ellos son universitarios. La empresa les provee el 50% de los gastos universitarios a todos. Esa es una motivación que hacemos. A uno de los estudiantes, que ya va para la universidad, le tenemos un fondo para su carrera”, apunta Starsky, en la conversación que tiene con elCaribe en su industria.
Cuando se le pregunta si Constanza tiene las condiciones para que un negocio del calibre del suyo siga expandiéndose, dice que no. “De aquí para arriba hay que moverse a otras ciudades, porque Constanza apenas tiene cien mil y pico de habitantes. Además, aparte de las panaderías que hay aquí, de otros pueblos traen pan, aunque no en cantidades tan grandes como venía antes”, expresa.
Se refiere a los tiempos en los que llegaban vendedores de Bonao, La Vega, Jarabacoa y Santiago e invadían los comercios constanceros. “Mas que los beneficios económicos, este negocio me da la satisfacción de saber que tenemos una cantidad de gente trabajando y viviendo de esto y una cantidad de jóvenes que no están en la calle, sino aquí, pensando en superarse. Y eso me alegra bastante”, dice Starsky, quien es desde hace un tiempo suplidor del Estado.
“Pensamos ahora aceptar nuevas ofertas que en años anteriores no pudimos aceptar porque no teníamos la capacidad de producción. Queríamos evitar quedar mal”, sostiene. Cuando el emprendedor se negó a aceptar las ofertas lo hizo para no afectar la reputación, en caso de que no pudiera cumplir con lo acordado. “Inmediatamente tú fallas eres un charlatán y un sinvergüenza y eso a mí no me gusta”, expone.
En el futuro, Starsky se propone integrar -convertidos en harina- productos agrícolas que hay en Constanza a la oferta que tiene. “Incorporaremos la harina de papa y haremos bizcocho de zanahoria, pero para eso hay que hacer algunas adaptaciones en la planta física. Hay que contar con un cuarto frío, que ya está en proyecto y hay -además de eso- que montar otro cuarto de fermentación”, explica. Starsky tiene dos hijos.