Disponen veda para rubros hospederos de la mosca blanca
Desde hace 28 años aquí y en AZUA. otros puntos del país se implementa una medida que beneficia a los propios productores. Se trata del Programa de Manejo Integrado de Plagas, y eso incluye vedar en determinadas épocas la siembra de productos hospederos de la mosca blanca.
Precisamente ayer, el Ministerio de Agricultura, a través de la Resolución 2017-6, en coordinación con la Asociación de Fabricantes de Conservas del Agro (Afconagro) y con los productores de diversos rubros, dejó implementada la prohibición, que entra en vigencia desde el primero de julio y se extiende hasta el 30 de septiembre de este año 2017. El objetivo es claro: “Buscamos protegerlos a ustedes mismos como productores. No hay excepción de ningún tipo. No permitiremos que nadie altere la disposición”, dijo el ministro de Agricultura, Ángel Estévez, en una actividad realizada en esta ciudad.
El funcionario aseguró que la eliminación de los hospederos de la mosca permite mejorar la calidad de los productos, a la vez que otorga mayor productividad a los cultivos de frutos y vegetales. La veda o prohibición es extensiva a las regionales Suroeste, Central, Sur, Norte y Noroeste del Ministerio de Agricultura y prohíbe de manera concreta la siembra de tomate, berenjena, melón, sandía, pepino, molondrón, ajíes de todo tipo, auyama, tabaco y otros que sean comprobados como hospederos de mosca blanca. Generalmente, la veda es por tres meses, aprovechando que es de transición y de preparación de tierras. Se hace así, especialmente tomando en cuenta que las tierras están de “vacaciones” hasta que llegue el período normal de siembras. Se evita que personas con pedazos de terrenos al lado de la casa (gente que tiene una o dos tareas), incurra en siembras que puedan atraen la mosca blanca y puedan generar una multiplicación de ésta, traduciéndose eso en daños cuando lleguen las siembras que se realizan con fines comerciales.
De acuerdo con los datos ofrecidos ayer, se ha dispuesto la eliminación de unas 12 mil tareas de rastrojos de hospederos, con una inversión de ocho millones de pesos para su ejecución, lo que protegería la inversión de más de 500 millones de pesos realizada sólo en el cultivo de tomate. La actividad de ayer fue concurrida. Además de los cultivadores, participaron la gobernadora provincial, Walkiria Féliz García; Miguel Sánchez, en representación del presidente de Afconagro, Félix M. García C.; el director del Instituto Agrario Dominicano, Emilio Toribio Olivo; el viceministro de Producción, Radhamés Valenzuela, así como el ingeniero José G. Jáquez, vicepresidente Agrícola de Linda-Transagrícola, SRL., entre otros funcionarios y representantes del sector.
Miguel Sánchez resaltó los esfuerzos y la coordinación que por años realiza Afconagro, tanto con el Ministerio de Agricultura, como con los propios productores y planteó que el papel desempeñado por el Gobierno es y ha sido fundamental para que la producción agrícola avance. Entre los rubros beneficiados con esa sinergia citó el tomate industrial.
Dijo que hay otros países en los que también se prohíbe la siembra de determinados rubros en algunas épocas, pero las medidas no surten igual efecto que en República Dominicana porque el acompañamiento de las agencias estatales del área agrícola es menos activa que aquí, que en República Dominicana, donde hay coordinación permanente.
Una de las recomendaciones que se da a los productores es la de diversificar más en sus producciones, por una razón fundamental: La rotación de cultivos logra romper con los ciclos de reproducción de las plagas, conduciendo a una mayor rentabilidad, sobre todo de los pequeños productores.
El representante de los productores de tomate en la provincia Azua, Luis Cabrera, expresó que “todos los cultivadores deben ayudar a mantener la prohibición, porque de esa forma se garantiza mantener una estabilidad para los sectores productivos”. “Además permitirá obtener cosechas sanas y libres de enfermedades”, apuntó Cabrera. Y aprovechó el escenario para demandar más respaldo a los pequeños productores para mejorar sus predios.
De acuerdo con estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura, en la actualidad el país cuenta con un área de unas 72 mil tareas de siembra de tomates, siendo la provincia de Azua la de mayor cultivo, con un 70 por ciento de la producción. En torno al tomate se genera una cadena de beneficiarios, desde el dueño de los terrenos donde se siembran, hasta los obreros que limpian esos terrenos.