El Caribe

Hay días...

- IDALIA HAROLINA PAYANO TOLENTINO

Señor director. La vida se compone de momentos, y desde que se separó la luz de la oscuridad, se compone de días y noches. Así lo ha identifica­do el hombre, y para el reino animal, vegetal y mineral, se compone de actividad y descanso.

La mayoría es activa con la luz solar y descansa en la oscuridad. La minoría, es activa en la oscuridad y descansa bajo la luz solar. No existen dos días iguales por más que se parezcan. Hay toda una amalgama de días: felices, alegres, importante­s, dolorosos, tristes, rutinarios…, y días perezosos, en que el ánimo se niega a formar parte de él, y esto no necesariam­ente nos empuja a catalogarl­o como un mal día. Para esos días podría haber solución, pero lo primero es identifica­r el problema y su procedenci­a:

* Pudiera ser el cuerpo el que necesite descanso, si es así la única forma de que el ánimo aparezca de nuevo es complacién­dolo, dándole ese merecido, necesario y gratifican­te descanso.

* Existe la posibilida­d de que el cuerpo esté descansado y sigamos desanimado­s, probableme­nte la que necesita descanso es la mente, que no para de traba- jar, creando ideas en el día y sueños en la noche.

Para este caso, existen muchas maneras de darle descanso a la mente: ir de paseo por la naturaleza, practicar ejercicios espiritual­es, hacer deportes o ejercicios en completa libertad de pensamient­os…

*Otra opción es que estando el cuerpo y la mente descansado­s, el desánimo sea almico, si es el alma la que necesita descanso, hay que dárselo con urgencia, ya que ella es el enlace entre lo físico (cuerpo /mente), el vehículo material y tangible, y lo abstracto (espíritu y ser que nos habita), que es el potenciado­r de la conscienci­a y la inteligenc­ia superior que somos, la energía de vida que surge y resurge, cambia y se transforma y a la vez transforma todo.

Para descansar el alma lo mejor es liberar esas cargas energética­s estancadas, hacer limpieza de esas emociones reprimidas que taponan la libre circulació­n de energías y el filtro que las mantiene limpias. Busque el momento en que cambió el sentido de su vida y apareció el paulatino desánimo o hastío que le siguió, ahí encontrará la causa. Obsérvela, analícela…, o solo expúlsela fuera, donde no le cause ningún daño a nadie y menos a usted; y el alma estará como nueva.

*Hay un tipo de desánimo que sobrepasa todo entendimie­nto y no hay forma de contrarres­tar, se irá por sí solo. Se debe a una actualizac­ión, un cambio de chip en la conexión entre el espíritu, ser poderoso que genera las energías y la fuente o conscienci­a superior que suple esas energías. Permanecem­os desconecta­dos por un espacio breve de la fuente y si no supimos ahorrar energías nos quedamos literalmen­te sin baterías. Para este proceso lo mejor es esperar, al tratar de usar esa conexión y no estar habilitada, la retrasamos, se resetea de nuevo.

Hay días que no debiéramos usar, solo dejarlos pasar, para que no se conviertan en ¡Ay… días! Para escribir a esta sección diríjase a: lectores@elcaribe.com.do. Las cartas no deben sobrepasar las 15 líneas y los autores deben identifica­rse con su nombre, dirección y número telefónico.

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