El precio de la fama, esa que los cantantes reclaman
Ser famoso es un privilegio y, a la vez, arma de doble filo. Varios artistas nos cuentan qué “cuesta” la popularidad
“Yo soy la fama/soy tristeza y sonrisa pagada/que con dinero se puede obtener/y escuchen porqué/doy placer y de regreso yo no pido nada/da trabajo llegar a la fama/ y a la fama poder mantener ”, empieza diciendo el tema que Héctor Lavoe grabó en 1985 para describir lo que pasa en la vida de un artista cuando abraza la popularidad.
La fama, precisamente esa que les da reconocimiento a las figuras, es la misma que las priva de muchas cosas y les restringe de llevar una vida común, obligándoles, en cierto modo, a sacrificar y renunciar a actividades, e incluso, a alejarse de personas amadas para poder sostener sus carreras.
En los diferentes géneros de la música en la República Dominicana, bachata, merengue, salsa, música urbana y romántica, varios artistas compartieron con elCaribe las cosas que la fama les ha quitado.
Lo que dice Anthony Santos
Más que limitar el tiempo y las relaciones sociales, ser exitoso y famoso tiene otro precio, y es el que tiene que ver con la vulnerabilidad del artista. Como lo expresa “El Bachatú”, Anthony Santos.
“He aprendido que ser exitoso y famoso tiene un precio, el cual es totalmente vulnerable a la difamación sin piedad, por parte de quienes forman conjunto con los mediocres, destituidos de la gloria de Dios, a causa de sus calumnias y falsos testimonios, a los cuales se han hecho de forma endemoniada adictos. Esos pertenecen al grupo de tarántulas parasitarias que le quitan esplendor al hombre progresista, de éxito y de trabajo. El mediocre tiene mil caras, hace creer que te ama y al dar la espalda se burla y te difama con suma facilidad, puesto que no tiene más nada que ofrecer que no sea mentiras y morbo”, escribió en su cuenta de Instagram .