Busca mejorar el sistema de transporte escolar
La construcción de escuelas en todo el país y la formación de maestros para estos nuevos tiempos han sido algunas de las prioridades de la gestión del presidente Danilo Medina en el ámbito educativo. Sin embargo, ha dejado un poco rezagado un aspecto igualmente importante de ese sector: el transporte escolar.
El país nunca ha tenido un sistema de transporte para estudiantes debidamente estructurado, por lo que la idea del empresario choferil William Figuereo, quien dirige la Compañía de Transporte Escolar, de organizar unidades de autobuses para este fin, podría quitarle un dolor de cabeza a muchos padres y mejorar la forma en la que los más de dos millones de estudiantes de todo el país van a sus centros educativos.
Aunque apenas se trata de una idea, Figuereo pretende aliar su empresa con el Gobierno para concretar el proyecto, y establecer una flotilla de autobuses escolares debidamente regulado, que consistirá en aproximadamente 20 mil vehículos marca Maxus de color amarillo, cada uno con capacidad para 19 estudiantes.
Pese a que varios funcionarios del Estado como el ministro de Educación, Andrés Navarro, y la directora ejecutiva del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Franchesca de los Santos, han mostrado interés en el proyecto y se han reunido con Figuereo, todavía no han determinado un presupuesto específico o la fecha en la que podrían comenzar las negociaciones.
“Nosotros hablamos inclusive con el presidente Medina, y le explicamos el proyecto. Le llevamos los modelos de vehículos. Con la finalidad de que podamos recibir su aprobación para sacar adelante este proyecto. Dejaremos atrás la desorganización que viven nuestros niños al enfrentarse con la situación de los tapones, que para los adultos es de por sí estresante. Buscamos esa dignidad que se le ha arrebatado a los niños, y que no les permite aprender como quisieran”, aseguró Figuereo.
Estos transportes estarían distribuidos por todo el territorio nacional, y tendrán rutas y paradas específicas con el fin de que los padres lleven y recojan a sus hijos a las estaciones, ya que en esto la responsabilidad de los padres jugaría asimismo un papel muy importante.
Como medida de seguridad, en caso de que el padre no recoja a su hijo en la parada que le corresponda, el chofer del autobús estará autorizado a llevarse al niño hasta la terminal para no arriesgar al menor. Tras lo cual, el padre debe ir a buscarlo, y pagar una especie de multa por la irresponsabilidad.
Figuereo considera que en los próximos años, “con esta alianza bien coordinada se podrá encaminar el proyecto, y será entonces cuando se podrá ver un sistema educativo completo”.
“Estamos haciendo los esfuerzos para que nuestros estudiantes no solo reciban el pan de la enseñanza como corresponde y en buenas condiciones. Queremos que también mejore la forma en la que van en busca de esa enseñanza, porque actualmente se están arriesgando mucho”, asegura Figueroa.
El empresario del transporte subraya en ese orden que muchos estudiantes se exponen en las vías, “ya que en gran parte de las provincias no hay una señalización vial que indique a los automovilistas que deben tener cuidado a la hora de pasar por ciertos lugares, o que les advierta que hay cerca un centro educativo”. Considera que no se le debe dar autobuses a todo el que solicite para transportar estudiantes por la falta de normas específicas en ese sector.