Doña Mirita, la viuda del mártir Mauricio Báez, cumplió 117 años
María Onelia Mueses Blondet ya se le considera como la mujer más vieja del mundo
Anótelo, porque República Dominicana, por un acontecimiento singular y de dimensión universal, ¡va pronto al libro Guinness de los Récords Mundiales! Es que una anciana dominicana, María Onelia Mueses Blondet (Doña Mirita), -viuda del mártir Mauricio Báez- acaba de cumplir, ocurrió el pasado 28 de agosto, 117 años de edad lo que la califica como la mujer más vieja del planeta Tierra.
Esa celebración se realizó en grande, ¡pero las velitas no alcanzaron para completar 117! Además los pulmones de Doña Mirita no le dan para apagarlas todas.
Con su salud bastante deteriorada, no olvida a su marido de toda la vida: El mártir dominicano Mauricio Báez, líder obrero asesinado en 1950 en la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Mirita balbucea, trata de articular palabras cuando el periodista busca sacarle algunos recuerdos.
A sus 117 años, y ciega, esta mujer de temple sabe que no le queda mucho tiempo por estos predios terrenales, pero se siente feliz junto a varias de sus hijas y más de 15 nietos, biznietos y tataranietos.
Sus dos hijas, Patricia Celeste y Olga Báez, siempre están a su lado. La cuidan como si se tratara de una bebé. “Porque tenemos que cuidarla las 24 horas del día, hasta cuando está dormida”.
En un trabajo anterior, en diciembre de 2011, calzado con la firme de este periodista -y publicado en elCaribe-, Mirita, en la ocasión con una mente más abierta y, lógicamente con hormonas bien activas y la lucidez de una mujer con capacidad para emitir palabras con ilación y hasta entrar en contradicción con quienes se atreven a tergiversar la realidad que marcó la oprobiosa tiranía trujillista, reveló que Patricia Celeste y Olga Báez -cuyas edades ahora rondan los 80 y 82 años cada una- estuvieron a un “tris” de ser asesinadas por el severo régimen de Trujillo Molina.
Quienes no se pudieron salvar de las huestes asesinas que trabajaban para la férrea dictadura, que duró 31 años, fueron los hermanos Pedro y Federico Báez, hijos de Mirita y del mártir Mauricio Báez.
Fueron asesinados apenas meses después de ser muerto su padre que lideró prolongadas jornadas en las que participaron cientos de obreros.
Mirita no olvida nunca a Mauricio Báez
Cuando le mencionan el nombre de Mauricio Báez, doña Mirita, aunque sus palabras casi no se le entienden -hace un gran esfuerzo para demostrar que aquellos trágicos acontecimientos siguen latentes en su cabeza- y con gestos con sus arrugados brazos y movimientos de cabeza, deja ver que “no olvida a su amado esposo”.
“Óiganme -¡oh, su voz se escuchó con cierta nitidez!- no vayan a creer que yo olvido. Estoy ciega, pero no puedo olvidar a un nombre que fue mi esposo y fue un gran luchador por la patria”.
Tras articular las citadas palabras, la anciana de 117 años regresa a su terrible estatus de vejez. Porque no puede hablar tal vez por más de 45 o 50 segundos. Su voz casi no se escucha.
Las hijas de Mirita, Celeste y Olga Báez le recordaron a elCaribe lo que su madre proclamó, hace dos años, referente a un anhelado deseo. ¿A cuál proclama o deseo se refieren?
¡A que doña Mirita no quiere irse de este mundo sin antes saludar y darle un fuerte abrazo al presidente de la República Danilo Medina.
“Quiero ver, aunque estoy ciega, al presidente Danilo Medina... me parece que es un hombre bueno, un ser humano que desea lo mejor para este pueblo. Ojalá abrazarlo antes de irme de este mundo”.
Esas palabras de la viuda de Mauricio Báez las dijo en el momento que dialogaba, con más brío y clara coherencia, con este reportero tras ser visitada en su modesta vivienda de la calle Santo Cristo, casa número 47, barrio Los Cocos, en el municipio de Bayaguana.