Activistas rusos piden prohibición
Activistas ortodoxos entregaron 100,000 firmas de creyentes en la oficina de la presidencia rusa con la petición de prohibir la proyección de la película Matilda, que trata sobre la relación prematrimonial entre el último zar (emperador) y una famosa bailarina, alegando que se sienten “insultados por las injurias contra los santos”. El grupo de ortodoxos espera que el presidente ruso, Vladímir Putin, “se involucre e influya en la decisión sobre la retirada de la licencia de proyección de la cinta” y llaman al jefe del Kremlin a defender sus derechos constitucionales y a garantizar la inviolabilidad de los santos ortodoxos. Tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como la Casa Imperial rusa consideran una “blasfemia” hablar con tanta ligereza sobre ciertos aspectos de la vida del último zar, Nicolás II, santificado en el año 2000.