Plantea elevar la altura de la presa de Tavera
Ramón Rodríguez asegura que dicha medida evitará una gran tragedia provocada por las constantes inundaciones
El embalse Tavera-Bao, que SANTIAGO. permite almacenar 417 millones de metros cúbicos, constituye un peligro para toda la población, por lo que se requiere con urgencia darle el mantenimiento, tanto a las obras físicas como a la cuenca.
El ingeniero Ramón Rodríguez, quien trabajó en la construcción del embalse Tavera, entiende que para evitar una gran tragedia y corregir los problemas de desbordamientos cada vez que se producen inundaciones, se requiere la construcción de dos presas, una en Guayubín y otra en Ámina, así como levantamiento de muros en los puntos críticos.
Rodríguez también plantea reducir la cantidad de sedimentos del embalse Tavera, debido a que representa el 30 por ciento de su capacidad total.
“Ante la posibilidad de eliminar o reducir las inundaciones, es necesario aumentar la capacidad de los embalses existentes en la cuenca del río Yaque, elevando la altura de la presa de Tavera en diez metros y construir las presa de Guayubín y la de Ámina y con eso podríamos conseguir 500 millones de metros cúbicos”, apuntó. Rodríguez El ingeniero también plantea reducir la cantidad de sedimentos del embalse Tavera.
Otra presa Ve además factible la construcción de otra presa que permita almacenar agua de los ríos Yásica y Jamao, la que sirva además para brindar el líquido en las poblaciones de las provincias de Santiago y Espaillat.
“La presa puede fallar por desbordamiento de agua al sobrepasar la capacidad del embalse o por descuido de las personas o entidades que tienen a su cargo las operaciones, como el INDRHI o la Empresa de Generación Hidroeléctrica”, expresó Rodríguez. Ramón Rodríguez cuestionó que la presa de Tavera no ha tenido el mantenimiento que se requiere, mientras que el dique de Bao carece de custodia y generalmente está lleno de árboles, lo que es inadecuado para garantizar su mantenimiento y sus cuencas, al igual que los demás embalses que están afectados por una gran cantidad de sedimentos. “Tavera ha tenido tres situaciones muy difíciles al punto que con el huracán David de 1979, estuvo al punto de colapsar al llegar el agua a 1.50 metros y ocasionó la muerte de prácticamente cien personas”, expresó el especialista.
Entiende que el país no cuenta con los mecanismos necesarios para poder enfrentar la venida de cinco mil metros cúbicos por segundo, calculando que el río Yaque del Norte y Bao puede tener crecidas de hasta 13 mil metros cúbicos por segundo.