El Caribe

Yuniol Ramírez y el macabro hallazgo de su cuerpo

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Dos niños, dos vidas Aunque en fechas diferentes, el rapto y asesinato de los menores Eduardo Jourdain y Carla Massiel son dos cicatrices que además de sus familias la llevan la sociedad dominicana. Sus muertes, precedidas de sus desaparici­ones, mantuviero­n en vilo a la población, la primera por varios días y la segunda por espacio de más de un año. Eduardo Jourdain fue raptado de su casa en el sector Invivienda el 14 de abril de 2012 y su cadáver hallado a orillas del río Isabela, en el sector La Trinitaria, del barrio Simón Bolívar. Estaba en estado de descomposi­ción y tenía un paño dentro de su boca. De acuerdo al certificad­o médico, murió asfixiado, no fue abusado sexualment­e y tenía 48 horas de muerto. En el caso de Carla Massiel Cabrera Reyes, de 10 años, su cuerpo fue hallado el 12 de agosto de 2016 a más de un año de su desaparici­ón. Fue encontrado en el sector de La Cuaba, del kilómetro 23 de la autopista Duarte. Su misteriosa desaparici­ón se produjo el 25 de junio de 2015 cuando supuestame­nte estaba en un culto evangélico junto a una hermanita. Eran como las 7:00 de la noche, de acuerdo a reportes de la noticia. Se dijo que su cadáver no tenía órganos, lo que provocó pánico en la población y el allanamien­to de la Clínica Integral. Por ninguno de los dos casos hay condenados. Por el expediente del menor Eduardo hubo un descargo y en el caso de Carla se está en el proceso judicial con varias personas sometidas.

Inquina con el cuerpo de Lohara El crimen de Lohara Taveras estremeció a la población de San Pedro de Macorís, que tomó las calles por meses en reclamo de justicia. La joven de 19 años y estudiante de arquitectu­ra fue raptada. Fue asesinada el jueves 5 de noviembre de 2009 y su cadáver tirado en unos arbustos de la comunidad Las Cejas. Su cuerpo tenía golpes contundent­es en el rostro provocados con una tijera, destornill­adores, fue ahorcada con un cordón y un pedazo de tela y al momento de ser hallado estaba envuelto en una lona. De acuerdo a las investigac­iones, fue mandada a asesinar por María Magdalena Marizán Flores, disgustada por la amis- Emely Peguero tenía 16 años cuando fue asesinada.

tad de su hija con ésta. La mujer cumple prisión de 20 años de cárcel por el asesinato, como autora intelectua­l, y Víctor Alfonso Brito Vásquez, alias “El Guachi’, fue condenado a 30 años, pero años después fue ultimado a tiros durante un intento de fuga del Centro de Corrección y Rehabilita­ción de Internos Vista al Valle en San Francisco de Macorís.

Paola y su cita con la muerte Paola Languasco fue asesinada de varios La desaparici­ón y muerte del abogado y catedrátic­o universita­rio tomó por sorpresa al país, pues pocas horas después de que su familia dio a conocer la situación, su cadáver fue hallado en un río en el sector Manoguayab­o. Tenía un tiro en un ojo y su cuerpo estaba atado a dos blocks con una cadena gruesa. La imagen golpeó y causó dolor a todos esa tarde del jueves 12 de este mes. Yuniol fue raptado el día anterior, miércoles 11, cuando estaba en la Universida­d Autónoma de Santo Domingo -UASD-, donde impartía docencia. Al otro día se produjo el macabro hallazgo. Por el caso están detenidos Manuel Rivas, quien fue destituido como director de la Omsa, y otros empleados de la entidad Eddy Rafael Santana Zorrilla, José Antonio Mercado Blanco;

golpes y su cadáver tirado en una alcantaril­la amarrado y envuelto en fundas plásticas. Fue hallado el 24 de abril. Por el crimen se culpa a Ambiórix Nepomuceno Rodríguez, con quien días después del hallazgo del cuerpo huyó del país. Todo comenzó el 6 de abril de 2015 cuando su familia reportó que la abogada estaba desapareci­da desde que salió de su casa en Puerto Plata con destino a Santiago, donde se reuniría con el domínico- español, a quien había conocido supuesta- así como el director financiero de la Omsa, Faustino Rosario Díaz; también el empresario Eddy Santana. De acuerdo al expediente acusatorio, a Yuniol lo mataron Argenis Contreras González (prófugo) y José Antonio Mercado Blanco, alias “El Grande”. Todavía no está claro el lugar donde lo ultimaron, pues sus familiares afirman que fue en el campus de la UASD, mientras los interrogat­orios indican que fue en el kilómetro 9 de la autopista Duarte dentro de la camioneta en que fue plagiado. El móvil del crimen, según las investigac­iones del Ministerio Público, fue una extorsión que éste le hacía a Rivas para lo cual habían acordado el pago de RD$4 millones, de los cuales habría recibido RD$1 millón, versión que es rechazada por sus parientes.

Fernelis y el sacerdote Elvin Fernelis Carrión, de 16 años, fue otro de los casos en los que primero se reportó su desaparici­ón y luego encontraro­n su cadáver. Por su muerte se culpa al sacerdote Elvin Taveras Durán, quien según las investigac­iones lo asesinó porque lo estaba extorsiona­ndo con revelar unas imágenes que tenía de ambos en un celular mientras mantenían relaciones íntimas. Según dijo, sostenían una relación sexual desde hacía tres años y le había dado dinero en varias ocasiones para que no revelara el secreto. Las sumas entregadas presuntame­nte fueron de RD$180 mil y luego RD$10 mil y quedó pendiente de darle otros RD$180 mil cuando lo mató, crimen ejecutado a martillazo­s y puñaladas en la casa parroquial de la iglesia Santa Cecilia, en Santo Domingo Este, según consta en el expediente acusatorio. La última vez que se vio con vida a Fernelis fue el viernes 4 de agosto de este año. Su cadáver fue hallado el martes 8 del mismo mes en la carretera que conduce a Sabana Grande de Boyá. Por el caso, el suspendido sacerdote guarda prisión preventiva de un año.

Emely, la muerte que estremeció al país El asesinato de Emely Peguero, de solo 16 años y embarazada, logró unir al país, sin importar clases sociales, en un solo clamor: justicia. Su muerte fue dura y una tortura no solo para su familia, sino para toda la población desde que se dio a conocer su desaparici­ón, el 23 de agosto de este año hasta que su cuerpo fue encontrado el 31 de agosto del mismo año. Emily murió por un golpe contundent­e en la cabeza y una perforació­n en el útero a causa de un aborto que le hicieron. Su cuerpo fue hallado en estado de descomposi­ción dentro de una maleta abandonada en una carretera en la comunidad Cayetano Germosén, Moca, provincia Espaillat. Por el caso está acusado quien era su novio, Marlon Martínez y la madre de éste, Marlin Martínez, quien era subdirecto­ra de Pasaportes y fue destituida por el Presidente. También fue expulsada del Partido Revolucion­ario Dominicano. Los imputados llegaron a simular que estaban buscando a la joven que ya estaba muerta, incluso Marlon grabó un video en youtube, en el cual le pedía que volviera. El móvil del asesinato supuestame­nte fue que la madre del joven no quería la relación con la víctima y menos que tuviera ese hijo porque le iba a echar a perder su futuro. La considerab­a muy poca cosa para su vástago, a quien soñaba con mandarlo a estudiar al extranjero.

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