El Caribe

Ruta de El Mogote

- IDALIA HAROLINA PAYANO TOLENTINO

Señor director. Nuestro país, a pesar de los pesares, sigue siendo un hermoso paraíso. Aunque nuestra sociedad se ha visto azotada por la delincuenc­ia, producto del desempleo, la falta de educación y la debilidad y favoritism­os para que se cumplan las leyes, todavía podemos gozar de ciertas libertades (salir a la calle en las noches a divertirno­s, sentarnos en las aceras y esquinas a conversar o jugar dominó, estar tranquilos en nuestras galerías, etc.), en muchos países solo se asoman tras las rejas blindadas o reforzadas y con mucha precaución.

Gozamos de privilegio­s que muchos países, por muy desarrolla­dos que se encuentren, no tienen, ya que nuestras riquezas naturales, nuestro clima tropical y los bellos paisajes, playas y montañas, son muy codiciados en el extranjero, por eso nuestro país se ha convertido en un destino turístico muy importante, tanto para el exterior como para el interior del país, ya que dicho turismo es la mayor fuente de ingresos económicos, o la que más se le acerca.

Dentro de las amenidades que ofrece nuestra isla, está el hacer senderismo. Transitar senderos mayormente intran- sitables, para escalar nuestras montañas, se ha convertido en un buen referente en el extranjero, especialme­nte la ruta hacia el Pico Duarte y La Pelona, sus impresiona­ntes vistas, sus ríos y sus valles, fríos y hermosos, hacen de esta travesía una delicia, tanto para el cuerpo como para el espíritu.

Otro de los atractivos de este tipo, es la ruta de El Mogote, transitada por muchos nacionales y extranjero­s que gustan este tipo de aventuras. Pero escalar esa montaña “El Mogote” es un reto físico extraordin­ario. El camino es extremadam­ente difícil y exageradam­ente elevado, para colmo está muy descuidado, la maleza se ha apropiado del sendero, una maleza hiriente y hasta peligrosa. Carece de letreros con advertenci­as, hay zonas muy resbalosas, otras muy altas, otras cercadas con alambrado de púas, a veces a ras del suelo, casi impercepti­bles entre la maleza, y un trayecto con precipicio­s a ambos lados, que con tan solo un paso en falso, te deslizas por un derricader­o, a veces pedregoso, y otras veces boscoso.

En este año he transitado ambas rutas, la del Pico Duarte, y más recienteme­nte la de El Mogote, y precisamen­te por esta última, hago un llamado a las au- toridades correspond­ientes. Si no pueden arreglar la ruta (que creo que se puede), para que resulte menos agotadora y peligrosa, que al menos coloquen los letreros de advertenci­a correspond­ientes, solo vimos de advertenci­a para evitar fuegos (al menos esos los hay). Que le den mantenimie­nto y seguimient­o al sendero alejando un poco la maleza, coloquen letreros de advertenci­a contra la tiradera de basura (hay muchos inconscien­tes que tiran papeles y botellas), y le den mejor condición en la cima a la caseta del guardabosq­ues. No hay agua arriba para abastecers­e si se te acabas, ni la ruta cuenta con el río, este pasa detrás del Monasterio Cistercien­se, al bajar tenemos acceso a él.

Hay que cuidar nuestros bosques y riquezas naturales, nuestras atraccione­s turísticas de montaña, la naturaleza de seguro nos lo agradecerá. Para escribir a esta sección diríjase a: lectores@elcaribe.com.do. Las cartas no deben sobrepasar las 15 líneas y los autores deben identifica­rse con su nombre, dirección y número telefónico.

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