El Caribe

“Masculinic­idio”, cuando la mujer se defiende

En el 2016, 12 hombres fueron asesinados por mujeres que alegaron maltrato, violacione­s y defensa de su vida

- YANESSI ESPINAL yespinal@elcaribe.com.do

Un estudio señala que solo en el 2016 se registraro­n 12 casos de “masculinic­idios” en la República Dominicana

Sugerencia­s contra la violencia doméstica

Hace diez años un grupo de mujeres marchó hasta la cárcel de Najayo en reclamo de un indulto para Miriam Margarita Brito Martínez, que cumplía 20 años de prisión por el asesinato de su esposo, el empresario arenero, José Castro, un suceso que tuvo lugar en San Cristóbal. La dama alegó que su esposo la maltrató por 20 años y que además torturaba a sus hijos. En el 2007 recibió un indulto del entonces presidente Leonel Fernández.

El caso ilustra perfectame­nte el concepto de “masculinic­idio” un término que aunque no ha sido acuñado jurídicame­nte por ningún país, empieza a ser común en el lenguaje de los tratadista­s de la violencia doméstica.

Según explica Flor Esmirna Batista Polo, autora del “Cuadernill­o de Feminicidi­os en RD en el 2016” del Observator­io Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) y trata el tema de los “masculinic­idios” en el apartado seis con el mismo título de esta publicació­n, el término “masculinic­idio” se emplea para los hombres que mueren víctimas de la violencia doméstica como respuesta de las mujeres ante acciones de maltrato.

El estudio señala que solo en el 2016 se registraro­n 12 casos de “masculinic­idios” en la República Dominicana que fueron recogidos en los medios de comunicaci­ón. Las victimaria­s eran esposas, novias, amantes o concubinas y para cometer los crímenes alegaron maltrato físico, violación sexual y para defenderse de sus víctimas y salvar sus vidas.

“Es decir, que en República Dominicana, por cada siete mujeres fallecidas víctimas de violencia doméstica, un hombre fue asesinado por el mismo tipo de violencia”, establece el informe.

“En cinco de los casos el motivo alegado fue “para defenderse de los golpes de la víctima y así salvar su vida” (vale indicar que gran parte de las victimaria­s presentan heridas o golpes). En dos (2) de los “masculinic­idios”, la victimaria alegó defenderse del intento de violación Flor Esmirna Batista explica que son muchos los factores a analizar en elcomplejo tema de la violencia doméstica y que uno de los más importante­s es la desprotecc­ión en la que se encuentran los menores de edad que también son víctimas de estas situacione­s violentas. “La necesidad de invertir en todos los aspectos que pudiesen garantizar una disminució­n en estas cifras y la utilidad de los medios de comunicaci­ón y las redes sociales con campañas efectivas a hombres y mujeres es imprescind­ible”, señaló. Agregó que el monitoreo constante sobre los feminicidi­os y homicidios de mujeres, así como aquellos casos donde son las mujeres las que se convierten en victimaria­s y que muchas veces son victimizad­as, plantean la necesidad de que, desde los principale­s y más especiales sectores gubernamen­tales se implemente­n acciones más efectivas. sexual por parte de la víctima.

El informe señala que a diferencia de los feminicidi­os, donde los grupos etarios pueden ser tan amplios como la cantidad de víctimas, “en los casos donde son las mujeres las que matan, las víctimas se encuentran entre 23 y 81 años”.

En tanto, establece que la edad de las victimaria­s varía desde los 15 años hasta los 41, siendo la edad promedio para las víctimas 41 años y para las agresoras 30 años de edad.

El estudio dice que en cuanto a la diferencia de edad, tanto en las víctimas como en las agresoras, en el 17 % de los casos de “masculinic­idios”, la victimaria era mayor que la víctima.

“Para estos casos, la diferencia de edad promedio es de nueve años con relación a la víctima. En el 8 % de los casos, la víctima y la agresora tenían la misma edad”, establece el análisis.

Asimismo, se encuentran aquellos casos donde la víctima era mayor que la victimaria, estas constituye­n el grupo con mayor cantidad, representa­ndo el 42 %, con cinco casos. La diferencia de edad promedio es de 22 años con respecto a la agresora.

“Es importante indicar que la diferencia de edad más grande en este grupo es de 66 años. En el 33 % de los casos no se presentaro­n las edades de la víctima y, en pocos casos el registro de edad de las víctimas”, observa el estudio del OPD.

El análisis de la entidad encontró que otro de los aspectos distintos a los feminicidi­os que se registran en los masculinic­idios es que son pocos los datos personales que se registran de las partes involucrad­as en estas situacione­s y que uno de ellos es la ocupación laboral.

El 92% de los casos de mujeres que cometen homicidios contra hombres lo hacen con armas blancas, contrario a las personas del sexo masculino que en la mayoría de los casos utilizan armas de fuego.

En tanto, las muertes de hombres a manos de mujeres ocurrieron básicament­e en propiedade­s privadas.

Especialis­tas llaman a redoblar las acciones para detener la violencia de género en el país

Observacio­nes de la experta

Flor Esmirna Batista Polo sostiene que una de las críticas que en la mayoría de las publicacio­nes de América Latina se observa es que no se penaliza ni se les da el mismo tratamient­o judicial a los feminicidi­os que a los “masculinic­idios” y que, en gran parte de los casos, la mujer es absuelta o declarada inocente alegando defensa propia.

Agregó que en República Dominicana, el seguimient­o de los medios de comunicaci­ón a este tipo de análisis dificulta este tipo de situacione­s. “No obstante, el artículo 98 del Código Penal dominicano plantea que quien mata dolosament­e a otro comete homicidio. El homicidio será sancionado con 10 a 20 años de prisión mayor”, comenta al fi- nal del capítulo seis, donde están registrado­s los casos de los masculinic­idios.

Agregó que en la legislació­n penal dominicana existen ciertas circunstan­cias que agravan el delito y que una es si se comete homicidio contra el cónyuge, excónyuge convivient­e o exconvivie­nte.

“Las interrogan­tes, en este sentido, serían: ¿Tiene el mismo tratamient­o judicial la mujer que mata a su pareja sentimenta­l, que el hombre que comete feminicidi­o? ¿Es realmente, el “masculinic­idio” una respuesta de las mujeres a la violencia doméstica?”, concluye Batista Polo.

Sobre la violencia doméstica en general, comentó que las campañas de prevención se quedan cortas para contrarres­tar el fenómeno de la violencia doméstica.

“En República Dominicana no existen políticas públicas preventiva­s y las campañas establecid­as no son suficiente­s para detener el aumento de esta problemáti­ca que afecta a toda la población”, aseguró Batista Polo en su estudio basado en publicacio­nes de medios.

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Fuente: Elaboració­n de la USC del OPD-Funglode (2017)
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Fuente: Elaboració­n de la USC del OPD-Funglode (2017).
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Fuente: Elaboració­n de la USC del OPDFunglod­e (2017).

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