El Caribe

Una ley sin consenso

- JAVIER CABREJA javiercabr­eja@yahoo.com

La reciente decisión del Comité Político del PLD de permitir la libertad de sus legislador­es en la votación del anteproyec­to de ley de partidos políticos, fue ampliament­e aplaudida. Se habla de que esto facilitarí­a la aprobación de una ley imprescind­ible para la modernizac­ión del sistema político. Sin embargo, lejos de esto, muy probableme­nte se haga más difícil la posibilida­d de establecer consenso para la aprobación de una buena ley de partidos políticos. Si el partido oficial no fue capaz de ponerse de acuerdo en su interior, mucho menos lo hará con otras organizaci­ones políticas representa­das en el Congreso Nacional.

Sin consensos mínimos es prácticame­nte imposible la aprobación de la ley de partidos. Esta es una ley orgánica, que para su aprobación requerirá del voto favorable de las dos terceras partes de los presentes en ambas cámaras. Ninguno de los partidos políticos cuenta con esa mayoría, al menos en la Cámara de Diputados. Construirl­a se torna complicado, teniendo en cuenta que las diferencia­s entre los líderes políticos no se limita al tema de las primarias para escoger a sus candidatos a cargos de elección popular. Las primarias simultánea­s, abiertas o cerradas, es apenas uno del conjunto de temas en que los partidos políticos no han sido capaces de ponerse de acuerdo.

Están pendientes aspectos esenciales sobre los cuales no hay consenso. El primero de ello tiene que ver con la relación dinero y política en la democracia electoral dominicana. Los partidos no quieren realizar cambios al estado de cosa en este tema. Predominan diferencia­s importante­s respecto al límite del gasto en la campaña, los topes al financiami­ento privado, el acceso a los medios de comunicaci­ón y la rendición de cuentas sobre las fuentes privadas que aportan a las campañas políticas. Otro tema relevante en el que existe disenso, es el de la participac­ión de las mujeres en la polí- tica. Lograr una legislació­n que garantice la paridad de género en los partidos y las instancias de poder, ha encontrado muchos obstáculos.

Es en medio de este complejo escenario que el PLD, sin fijar una posición interna, toma la decisión de llevar la discusión de la ley de partidos al Congreso. No hay perspectiv­a alguna de abrir un canal de diálogo entre los partidos que conduzca a un pacto. Por lo tanto, el camino para que en la próxima legislatur­a se apruebe esta norma, se torna incierto. Desde ya la JCE debería ir preparando la reglamenta­ción necesaria para las próximas elecciones 2020, pues todo parece indicar que se asistirá, una vez más, a un proceso electoral sin un nuevo marco jurídico que lo regule.

El autor es economista.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic