Recomienda la rueda de la maravilla
Escrito y dirigido por Woody Allen, de quien esperamos sus filmes cada año como si de una costumbre se tratara. Lo más destacable es la brillante actuación de la oscarizada Kate Winslet en un personaje neurótico hermosamente puesto en escena. Destaca también la fotografía de Vittorio Storaro (recordado por lo mismo en Apocalipse Now), y un perspicaz y renovador diálogo de iluminación, expresando los momentos más subyugantes en el derrotero trágico que lleva el personaje clave femenino; esto lo captamos en los vaivenes de color y resplandores focales de luces directamente sobre los personajes femeninos. Y de alguna manera el director quiso que este filme nos retrotrajera a Café Society y hasta parece un serial en lo narrativo y lo estético. Ambos discurren en la primera mitad del siglo XX, y ambos son narrados por jóvenes. Aquel retrata el Hollywood de los años 30 y este retrata al Coney Island en la década de 1950, donde un salvavidas, interpretado por Justin Timberlake, cuenta la histo- ria de un operador de carrusel –de ahí el título– de mediana edad (por Jim Belushi) y su esposa neurótica con quien tiene un romance, una mujer cuya vida es un carrusel de contrariedades, y reventando la historia nos somete al enfrentamiento con el desconcertante conflicto de aquella mujer madura peleándose por su amante joven, algo que nos retrotrae a la prueba de vida a que estuvo (y está) Allen cuando se divorció de Mia Farrouw y casó con la hija adoptiva de ambos. Pero eso es parte del modo en que se inspira en su propia vida y, como bien afirma, tiene muchas historias ya escritas guardadas y esperando su oportunidad. Con 3 Oscar como guionista es el más fecundo de su generación, lo que señala que de algún modo debe estar creando una serie de personajes cargados de tragedia y desencanto, que se convierten en clásicos y en apropiado estudio de la condición social y cultural (Cate Blanchett en Blue Jasmine). En este filme se identifica el enfoque dicotómico del cine woodyalleniano sobre el desengaño que se palpa cuando ante nuestras esperanzas perdemos oportunidades que da la vida simplemente porque nuestro entorno no es hecho a nuestra medida, y reaccionamos y tropezamos, y no hay forma de que salgamos airosos pues no nos preparamos para los fracasos.
GÉNERO: Tragicomedia. DURACIÓN: 100 minutos