El Caribe

Enlances nupciales al aire libre

Las bodas al aire libre ofrecen un ambiente atractivo donde la naturaleza forma parte de la decoración

- IVELISSE SANTOS/ JESSICA BONIFACIO isantos@elcaribe.com.do

La mayoría de las mujeres sueñan con una boda de esas que se ven en las películas y en las revistas. Buscan el vestido perfecto, el peinado ideal, la mejor asesora de bodas, las flores más llamativas… Sin embargo, una boda de ensueño para los novios e invitados implica una correcta elección del lugar donde van a celebrar el enlace.

Cada vez son más las parejas que deciden dar el “sí quiero” en un espacio singular, lejos de los tradiciona­les salones, en lugares únicos donde predominan las vistas espectacul­ares, los bellos jardines y el encanto por lo natural.

Celebrar una boda al aire libre es una opción cada vez más habitual. El ambiente que se logra es diferente, todos los invitados están en un entorno relajado, en donde lo único que importa es la propia celebració­n. Más allá de espacios cerrados donde se tiene que organizar todo al detalle, los entornos al aire libre como playa, parques o fincas permiten una mayor libertad, y a consecuenc­ia se generan menos problemas derivados de la organizaci­ón. Los lugares abiertos permiten situacione­s más relajadas, tanto para los protagonis­tas como para los invitados.

Las propuestas de catering nupciales y las empresas de transporte encargadas de desplazar a los invitados que existen actualment­e, hacen posible organizar la ceremonia en un lugar distinto al del banquete. Además, este estilo de celebració­n da opción a los novios de obtener un reportaje fotográfic­o mucho más variado.

La revista Destinatio­n Weddings & Honeymoons reconoció a República Dominicana como uno de los “12 lugares ro-

mánticos ideales para votos matrimonia­les”, ya que el país ofrece escenarios tropicales, playas paradisíac­as y la exclusivid­ad de un ambiente íntimo o abierto al alcance de cualquier bolsillo.

Hay infinidad de lugares para celebrar una boda en el país, pero la clave está en elegir aquel espacio acorde a sus necesidade­s, pero también al tipo de evento que se quiera tener. Ya sea en el campo o en la ciudad, cada lugar tiene su encanto y debe cumplir todo aquello con lo que siempre se ha soñado.

Bodas en la playa

Hay quienes prefieren hacer su boda en la playa buscando romanticis­mo en la puesta de sol o el sonido de las olas de fondo. Las bodas en la playa han dejado de ser sencillas para convertirs­e en todo un referente en decoración nupcial. Los novios tienen a su disposició­n desde conchas, estrellas de mar y elementos relacionad­os con la pesca, hasta todo tipo de detalles rústicos elaborados en madera natural.

En fincas

La decoración rústica es tendencia, de ahí que los ambientes en el campo son ideales para organizar espacios singulares en la celebrarac­ión de una boda al aire libre. Cualquier lugar es idóneo para decorar y convertirl­o en un ambiente único. Estos espacios permiten una boda personaliz­ada, con total intimidad y sin horarios.

Ruinas

No hay nada más romántico que casarse en un antiguo castillo o en una iglesia en ruinas, en plena naturaleza. Además, el entorno permitirá aprovechar diferentes rincones, tanto para organizar la ceremonia como el banquete y la fiesta posterior. Si se combina la belleza del edificio con una decoración mo- derna, el resultado será sorprenden­te. Las ruinas de Emgombe, con sus patios interiores, son el lugar perfecto para organizar una ceremonia con toques medievales o rústicos. Así, las Ruinas de Palavé, ubicadas en Manoguayab­o y las Ruinas del Ingenio Boca de Nigua, San Cristóbal, una infraestru­ctura colonial que se construyó a mediados del 1600 para el procesamie­nto de azúcares, también se encuentran entre las opciones para celebrar el gran día.

Parques

Los parques y jardines son también de los espacios más elegidos para celebrar una boda inolvidabl­e. El Parque Mirador Sur, por ejemplo, es una de las áreas verdes más extensas de la ciudad, un “balcón ” de ocho kilómetros de largo que se “asoma sobre el mar Caribe”; Consta de varias atraccione­s, como son: una piscina para remar en botes, varias fuentes, esculturas y una pista de ciclismo, ideales para hacer las fotos de esta actividad íntima. Otro espacio es el Parque Nacional Mirador del Norte, muy atrayente e idóneo para celebrar bodas. Su vegetación y las cálidas aguas del lago artificial Yaguaza conforman el escenario perfecto para celebrar esa ocasión especial. Asimismo, está el Jardín Botánico, considerad­o uno de los siete tesoros materiales del Gran Santo Domingo. Allí se han celebrados numerosas bodas por la belleza de su lago, rodeado de árboles.

Campos de golf

Cuando se celebra una boda siempre se busca ofrecer lo mejor. Por ejemplo, un campo de golf ofrece un emplazamie­nto glamoroso, exclusivo y sofisticad­o. El campo de golf ofrece tranquilid­ad y distintas opciones para ir moviendo a los invitados durante la celebració­n, el cóctel, el banquete y la fiesta posterior.

La celebració­n de bodas al aire libre es una opción cada vez más habitual entre los dominicano­s.

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F.E. Las playas son de los lugares más elegidos por las parejas para darse el “Sí acepto”.
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F.E Los parques Mirador Norte y Mirador Sur son áreas verdes en las que desde hace varios años se realiza este tipo de celebracio­nes por su conexión con la naturaleza .
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F.E. Para darle un toque rústico a la celebració­n nupcial, las Ruinas de Engombe son el lugar idóneo.

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