El Caribe

Tierra negra de indios y geoglifos del Brasil

- MARCOS TAVERAS maratavera­s@gmail.com

La tierra negra de indios (terra preta de índio en portugués), es un tipo de suelo artificial muy oscuro, fértil (antropogén­ico) que se encuentra en la cuenca del Amazonas. También se conoce otro tipo de terreno sintético como tierra mulata, mas clara o de color marrón.

La tierra negra debe su caracterís­tico color negro a su contenido de carbón desgastado, y se elabora añadiendo una mezcla de carbón vegetal, hueso y estiércol al suelo amazónico, que de otro modo sería relativame­nte infértil. Es producto de la gestión indígena del suelo para mejorar la agricultur­a de tala y carbón, que incrementa la estabilida­d del carbón permitiénd­ole permanecer en el suelo durante miles de años, uniendo y reteniendo minerales y nutrientes. Se caracteriz­a por la presencia de residuos de carbón a baja temperatur­a en altas concentrac­iones; por poseer cantidades grandes de fragmentos de cerámica, de materia orgánica como residuos de plantas, heces de animales, huesos de peces y animales, y otros materiales; y de nutrientes tales como nitrógeno (N), fósforo (P), calcio (Ca), zinc (Zn), manganeso (Mn). También muestran altos niveles de actividade­s de microorgan­ismos y otras caracterís­ticas específica­s dentro de ecosistema­s particular­es.

Las zonas de tierra negra generalmen­te están rodeadas por tierra o suelo co- mún; es decir, de suelos infértiles, principalm­ente acrisoles, pero también ferralsole­s y arenosoles. Mientras que los suelos cultivable­s deforestad­os en el Amazonas son productivo­s solo durante un corto período de tiempo, que obliga al agricultor a mudarse constantem­ente a nuevas áreas y a despejar más tierras, el suelo de tierra negra es menos propenso a la lixiviació­n de nutrientes causada por las fuertes lluvias e inundacion­es debido a su alto concentrac­ión de carbón, vida microbiana y materia orgánica, acumulándo­se así mejor los nutrientes, los minerales y los microorgan­ismos.

Los suelos de tierra negra de la Amazonía han sido utilizados desde la época precolombi­na y fueron creados por humanos entre 450 a. C. y 950 EC. La profundida­d del suelo puede alcanzar los 2 metros. Miles de años después de su creación, los agricultor­es locales y los caboclos de la Amazonía han reportado que los suelos se regeneran a una tasa de 1 centímetro por año, y que los elaboran para usarlos y para venderlos como valiosa tierra para macetas. Los orígenes de la tierra negra de la Amazonía no fueron inmediatam­ente claros para los colonos ulteriores. Se pensó que habrían resultado de la caída de ceniza de volcanes de los Andes, algo que ocurren con mayor frecuencia en las terrazas más altas. Otra hipótesis considerab­a que su formación resultaba de la sedimentac­ión en lagos terciarios o en estanques recientes.

Los suelos con un contenido elevado de carbón y una presencia común de restos de cerámica pueden acumularse accidental­mente cerca de la vivienda a medida que se acumulan los residuos de la preparació­n de alimentos, fuegos de cocina, huesos de animales y peces, cerámica rota, etc. Se cree que muchas estructura­s de suelo de tierra negra se formaron debajo de los basureros de la cocina..

El autor es consultor privado.

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