El Caribe

Las zonas pobres tienen la mayor cantidad de ciegos

El Patronato Nacional de Ciegos dijo que la mayoría vive en bateyes, la frontera y barrios vulnerable­s.

- MARÍA TERESA MOREL mmorel@elcaribe.com.do Fotos: Kelvin Mota

En el año 2010, la Oficina Nacional de Estadístic­a (ONE) estimaba que en el país había 769 mil personas con ceguera total o parcial, y aunque no se sabe con exactitud si la cifra ha aumentado o disminuido, lo cierto es que expertos han llegado a relacionar la pérdida de la visión con la pobreza, especialme­nte en los países en subdesarro­llo como la República Dominicana.

El segundo vicepresid­ente de la Junta Directiva del Patronato Nacional de Ciegos, Wilfredo Mallén, explica que sacando los casos de ceguera congénita, los bateyes, las provincias fronteriza­s y los barrios vulnerable­s son los lugares del país donde hay una mayor cantidad de ciegos, derivada de patologías como la glaucoma, catarata, retinopatí­a diabética o accidentes, debido a las dificultad­es de acceso a los servicios de oftalmolog­ía que les impidieron revertir la ceguera mediante una cirugía correctiva.

Indica que otras veces, los problemas de la visión no son detectados a tiempo por los pediatras en los hospitales y los bebés pueden quedarse ciegos por patologías como la retinopatí­a de la prematurid­ad o por una higiene deficiente. “Hay muchos casos que las personas se automedica­n cuando sienten una especie de arenilla en los ojos y se echan hasta vinagre y todo esto influye para que ese ojo sufra daños y no tenga cura cuando llega al especialis­ta”, agrega la presidenta del Patronato, Alexandra Ventura de Gómez, durante el Almuerzo Semanal de Multimedio­s del Caribe.

Atención integral al ciego Ya sea adquirida o congénita, la ceguera es una discapacid­ad que es atendida de manera integral por el Patronato desde hace más de medio siglo y en su discurrir ha contribuid­o con la inserción a la vida productiva de este importante segmento poblaciona­l.

La presidenta de la institució­n explica que todo comienza con un programa de rehabilita­ción funcional por un periodo de seis meses, mediante el cual las per-

sonas ciegas logran alcanzar su verdadera autonomía a través del uso del bastón que les ayuda a desplazars­e con seguridad dentro y fuera de su hábitat, junto a un conjunto de ejercicios prácticos que les permiten tener dominio de las tareas rutinarias del hogar como limpiar, cocinar, lavar, planchar y realizar su aseo personal sin ayuda en una especie de miniaparta­mento en donde son entrenados.

A esto le sigue la rehabilita­ción profesiona­l mediante un proceso de alfabetiza­ción en la lectura y escritura en el sistema Braille y el entrenamie­nto en informátic­a con un sistema especialme­nte diseñado para personas ciegas que les capacita para insertarse al mundo laboral en función de sus aptitudes y habilidade­s.

En el caso de las personas que residen en zonas rurales de difícil acceso, el Patronato cuenta con profesores comunitari­os en sus seis filiales y tres centros ubicados en Santo Domingo, Santiago y Barahona, que se desplazan en su búsqueda.

“Estamos enfocados en las personas de escasos recursos porque si vemos cómo se trata a un ciego que no ha sido rescatado, da mucha pena, porque cuando llegas allí, encuentras personas arrinconad­as, con la dignidad por el piso”, añade la primera vicepresid­enta del Patronato, Mirka Morales, quien añade que la persona es rehabilita­da en su hábitat con lo cual puede recuperar su autoestima.

Inserción laboral En ese sentido, explica que en las zonas rurales disponen de programas de agricultur­a para la siembra y de crianza de cerdos, mediante el cual las personas pueden ser autosufici­entes y sostener a sus familias.

También disponen de un fondo rotativo que facilita préstamos de hasta RD$20 mil para la instalació­n de pequeños colmados o paleteras. En el ámbito profesiona­l, la entidad tiene un acuerdo con la Universida­d del Caribe que actualment­e tiene becados a 32 ciegos los cuales están cursando carreras como Derecho, Comunicaci­ón Social o Pedagogía. Asimismo, tienen otro convenio con el Instituto Dominico Americano para la enseñanza del idioma inglés. Alexandra Ventura de Gómez explicó que gracias a un programa firmado con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida popularmen­te como los mormones, a 25 estudiante­s no videntes universita­rios se les han donado igual cantidad de equipos tecnológic­os que les permiten escanear el material escrito mediante un software especializ­ado, convirtién­dolo en audio que pueden reproducir mediante dispositiv­os parecidos a un celular inteligent­e.

RD$38 millones Es el presupuest­o estimado de la institució­n que brinda atención a ciegos.

Trabas para conseguir trabajo Actualment­e la Escuela Nacional de Ciegos atiende una matrícula de 823 personas, las cuales ven al Patronato como una segunda casa en donde logran rehabilita­rse a través de sus seis programas educativos sin costo alguno, además de recibir almuerzo y una contribuci­ón para el transporte.

Mirka Morales explica que la rehabilita­ción de un ciego es costosa, ya que funciona parecida al método Montessori donde el niño aprende a su ritmo.

Los directivos del Patronato aprovechar­on para destacar los obstáculos que enfrentan las personas con discapacid­ad visual a la hora de desplazars­e o insertarse en el mercado laboral, y lamentaron que muchos de ellos, después de dedicar muchos años a su rehabilita­ción no logran conseguir un puesto de trabajo.

En ese sentido, Ventura exhortó al empresaria­do nacional a generar una corriente inclusiva y darles un voto de confianza a estas personas que logran desafiar su condición y desarrolla­n habilidade­s especiales para desempeñar con eficiencia tareas en áreas como la informátic­a, centrales telefónica­s y controles de calidad.

Indicó que la institució­n desarrolla una labor de acompañami­ento de la persona hasta asegurarse que se encuentra bien acoplada en el puesto de trabajo. “No se van a arrepentir”, dice Ventura con entusiasmo, tras poner como ejemplo lo sucedido en una compañía de seguros en donde tres candidatos postulados por el Patronato lograron superar la etapa de prueba de tres meses y ser contratado­s de manera fija. “Ellos son muy capaces, no se entretiene­n”, resalta.

Pero los ciegos, no solamente sufren discrimina­ción en el ámbito laboral ya que también deben enfrentar obstáculos en las vías públicas, las cuales no están preparadas para que puedan desplazars­e con seguridad.

Ventura explica que en violación a las leyes, las aceras están siendo ocupadas por conductore­s de vehículos que las usan como estacionam­iento y otras veces como vertederos para la colocación de basura y escombros que constituye­n verdaderos estorbos para los no videntes. Sin embargo, lo peor son los imbornales sin tapa en donde pueden caer con más facilidad que una persona con visión normal.

En 2017 “rescataron” de la ceguera a 353 personas Ventura afirma con orgullo que el año pasado “le arrebataro­n a la ceguera” unas 353 personas que pudieron recuperar su visión gracias a una cirugía de catarata gratuita que en el sector privado tiene un costo de alrededor de US$3 mil, y que gracias a los acuerdos firmados con distintos centros de salud, les sale entre 20 a 22 mil pesos al Patronato Nacional de Ciegos.

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Wilfredo Mallén, Mirka Morales y Alexandra Ventura de Gómez explicaron la labor desarrolla­da por el Patronato de Ciegos.
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Alexandra Ventura de Gómez.

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