Camino a la gloria
OBSERVÁBAMOS a uno de los principales acusados de la estafa contra el Estado dominicano en la apropiación de los terrenos del sector Los Tres Brazos cómo descendía desde una de las escaleras del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva con un brazo levantado, sonriente y con una expresión de aparente satisfacción.
Quizás recibía solidaridad de allegados o se sentía más que convencido de su inocencia. La imagen no refleja que se encuentre en estado de contrición. Es una actuación perfecta. Y la misma se aproxima al líder satisfecho que recibe la aprobación, aplausos por el bien ganado mérito al servicio de la sociedad, o en otra perspectiva, como el aplaudido candidato con proyección de triunfo.
Difícilmente se pueda concluir que se está ante un espinoso camino a consecuencia de un comportamiento impropio que motorizó la acción del Ministerio Público, respaldado por decenas de familias que se sienten estafadas a consecuencia de actos ilícitos con bienes públicos. Un calvario que nadie desearía transitar.
Pero parece que se está rumbo a la cima del éxito a consecuencia del bien hacer. En ascenso a la gloria.
Ya hasta la vergüenza se ha perdido. Los valores se han degradado tanto que algunos no distinguen entre el bien y el mal.