Procura que las mujeres reconozcan sus derechos
Otro de los temas que impulsa la excongresista es el desarrollo de los derechos de la mujer, en especial de las campesinas e indígenas. “El tema de la alimentación afecta a las mujeres, por eso en cada diálogo intentamos motivarlas a que entiendan que tienen derechos”, dice. Asegura que los efectos de esta problemática en las mujeres se pueden ver cuando estas asumen el rol histórica y culturalmente instruido por la sociedad, de la responsabilidad del hogar. “Es más difícil cuando la mujer tiene un compromiso labor, porque entonces trabaja el doble. Esto de alguna forma le impide conseguir los productos necesarios para la alimentación sana de ella y su familia”, señala Valdez, quien ha sido reconocida en varias ocasiones por sus esfuerzos. Recientemente, el Banco BHD León la seleccionó como una de las finalistas del Premio Mujeres que Cambian el Mundo 2018.
Desafíos identificados A través de todos estos encuentros a nivel regional se han identificado las necesidades que más afectan a esas comunidades. “Los habitantes de estas zonas vulnerables se quejan de que no cuentan con un empleo digno que les permita tener un salario justo para obtener sus alimentos”, apunta Valdez.
“En otras situaciones, el planteamiento que sostienen es que si ellos tuvieran algunos recursos para poder realizar su proyecto de emprendimiento, pudieran desarrollar sus capacidades y generar recursos para la canasta básica. Además, encontramos en la mayoría de los casos que la mayoría de mujeres considera que no es rentable salir de sus campos a trabajar a la capital, ya que el dinero lo tendrían que traducir a pasaje diario, lo que les impide suplir otras necesidades”, explica. “Para superar esto y transformar el mundo hay que erradicar el hambre en el 2030”, puntualiza.
Alimentación sostenible La iniciativa encabezada por Valdez también procura motivar la producción de alimentos enfocada en la sostenibilidad ambiental. “Es fundamental, porque es uno de los pilares para erradicar el hambre en el 2030. Hoy día se ha demostrado que no es posible avanzar hacia nuestro objetivo si no logramos que las formas de producción, especialmente en el campo, sean responsables y sostenibles. Es decir, que sea libre de productos nocivos para la salud de las personas y la tierra”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), puntualiza que este enfoque de producción protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables.