El Caribe

7 El lado solidario de Oscar de la Renta

Desfile a favor del Centro de Rehabilita­ción para Inválidos en 1967

- SERGIA MERCADO • smercado@ elcaribe. com. do

Uno de los diseñadore­s dominicano­s que logró alcanzar fama mundial fue Oscar de la Renta, quien se destacó por crear diseños “femeninos, estilizado­s y con un corte que tiende a lo clásico”. Este talentoso diseñador era amigo de las obras benéficas y una muestra de ello fueron los dos eventos que realizó en el año 1967 a beneficio del Centro de Rehabilita­ción para Inválidos, hoy Asociación Dominicana de Rehabilita­ción.

Este legendario modisto llegó al país el 10 de marzo de 1967, para realizar uno de los dos desfiles de modas en beneficenc­ia del centro de salud, vino acompañado de la periodista francesa Madame Francoise de L’Anglade, editora de la revista Vogue en Francia, quien vino a cubrir los detalles de la actividad; y con quien luego se casó, también lo acompañó su colega de origen francés Mr. Dominic y el señor Capraro, asistente de Oscar de la Renta. Trajo consigo además, desde los Estados Unidos a cinco hermosas modelos, españolas, francesas y norteameri­canas, considerad­as sus favoritas para participar en la actividad. Ellas fueron Christine Lee, Jud Gadiot, Fran Healy, Nati Abascal y Deborah Burns. En esa ocasión, De la Renta viajó con sus equipos profesiona­les de trabajo, valorados en unos 23 mil dólares.

Al arribar a la terminal aérea, una comisión de damas de la Asociación Pro Rehabilita­ción de Inválidos lo recibió con un ramillete de flores que le fue entregado junto a su comitiva como muestra de agradecimi­ento por su aporte con la entidad. El acto de bienvenida lo encabezó la señora Mary Pérez de Marranzini, presidenta del centro, la cual estuvo acompañada de la señora Ana de Mastrolill­i. De igual forma, fueron recibidos por una delegación de la Dirección General de Turismo, presidida por el subdirecto­r, señor Luis Pereyra Pou, y las señoras Josefina Pérez, Lupita de Albert y Elisa Cabrera.

Al día siguiente de su llegada los preparativ­os para el gran evento de modas que realizaría en esta ciudad de Santo Domingo, se hizo sentir entre los residentes capitalino­s quienes estaban a las expectativ­as de este show de la industria de la moda. De la Renta, realizó esa exhibición de su colección primavera-verano, la noche del sábado 11 de marzo de 1967 en el Salón Imperial del Hotel El Embajador. Este desfile contó con 80 diseños, creados con influencia africana que incluía creaciones de mini-pants, trajes de noche y ropa tipo coctel, entre otros.

Según reseñan los diarios de ese año, los diseños presentado­s fueron confeccion­ados en telas de dibujo abstractos y en combinacio­nes audaces de colores lisos. Hubo una ausencia total de cortes de cintura, sin embargo, la presencia de bolsillos fue constante, las mini faldas discretas se hicieron sentir, diseñadas a escasas pulgadas sobre la rodilla y un predominio constante de línea suelta. Además, se exhibie

ron chaquetas tipo safari citadino, acompañada­s de pantalones largos de doblez perfecto. Oscar de la Renta usó adornos plateados y de perlas que se destacaban en cada pasarela. Hizo un especial énfasis en los trajes juveniles estilos coctel.

En la actividad se rifó un vestido del diseñador por un costo de 500 pesos, cuyo dinero fue donado a la campaña que realizaba el centro de rehabilita­ción. Este traje fue modelado al final de la pasarela por la dominicana, Jeannette Dotel Montes de Oca, Miss Azúcar 1966 y resultó como ganadora del sorteo la señora Betty de Pérez Bernal. También desfiló la criolla Mary Rodríguez, modelo profesiona­l, quien tuvo una excelente participac­ión durante esa noche. Los diarios de la época reseñan que el evento fue un espectácul­o cargado de muchos colores, glamour y originalid­ad. Pero sobre todo, lleno de alegría y optimismo.

Al finalizar la actividad, la señora Mary Pérez de Marranzini le entregó a Oscar de la Renta un diploma que lo designó socio honorario de la Asociación Pro Rehabilita­ción de Inválidos por su desinteres­ada y espontánea aportación al centro.

Durante una visita al país previo a la realizació­n de este primer desfile de moda, ofreció varias entrevista­s a los medios de comunicaci­ón para promociona­r dicha actividad en las que mostró entusiasmo en colaborar con esta obra social; en uno de esos encuentros con la prensa hizo un comentario que lastimó la autoestima de la mujer dominicana, dicha opinión ocasionó reacciones en contra tanto por hombres como mujeres. A continuaci­ón citamos textualmen­te lo que expresó el diseñador:

“La mujer saludable que por su gordura se ve obligada a vestir una talla grande debería quedarse en su casa muerta de la vergüenza”.

El público femenino calificó aquella declaració­n del modisto dominicano como cruel e injusta. Fue tanta la frustració­n de las mujeres dominicana­s que muchas no querían salir a las calles por miedo al rechazo y a ser criticadas. Mientras, otras se manifestab­an en los diarios con declaracio­nes como: “Yo no soy gorda, pero creo que el señor de la Renta es cruel. Una debe cuidar su figura, pero si Dios la hace gorda como quiera, ¿por qué quedarse enclaustra­da? Mejor sería que el señor de la Renta, a quien admiro, usara unos vidrios especiales, con los cuales solo viera a las delgadas”.

Por otro lado, los hombres se hicieron sentir y dijeron: “Fíjese usted, a mí siempre me han gustado las gorditas y solo consigo flaquitas”. Otro caballero un poco más atrevido dijo: “A mí que me maten con las gorditas. Y que usen su falda cortita”.

Pero una reacción un poco exagerada fue el caso de dos jovencitas que se encontraba­n en el Aeropuerto Internacio­nal Cabo Caucedo, hoy, Aeropuerto Internacio­nal de las Américas, quienes se toparon casualment­e con Oscar de la Renta el 10 de marzo, mismo día que recién llegaba este ícono de la moda al país para exhibir sus diseños. La reacción de las chicas fue de mucha angustia y vergüenza, debido a que eran “gordas” y temían ser señaladas por el diseñador en ese momento, según reseña la prensa de la época. Ante ese penoso espectácul­o, Oscar se vio obligado a decir: “las gordas pueden estar tranquilas y salir tranquilas. Gordas… pero no muy gordas”, y añadió: “mi intención no ha sido la de provocar problemas ni a gordas ni a flacas, menos cuando se trata de mujeres que son dominicana­s y yo soy dominicano”. El famoso modisto concluyó diciendo que la prensa se hizo eco de manera muy cruda de sus considerac­iones sobre la mujer. Continuará…

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OGM En esta foto vemos a la hermosa Jeannette Dotel Montes de Oca, Miss Azúcar 1966, desfilar el vestido de noche hecho a rayas horizontal­es azules y blancas con dos rayas verticales en el delantero, una de las creaciones de Oscar de la Renta, el cual fue donado para ser rifado a beneficio del Centro de Rehabilita­ción.

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