El grito dramático de la maestra Deisi María
El Dilema de Enseñar al que no quiere Aprender: Principal desafío del docente del siglo XXI, es un ensayo recién publicado por la profesora Deisi María Marte Liriano, en el que describe las angustias que sufren los educadores de hoy, producto de la apatía que, según afirma, muestran los educandos frente a las clases, en un sistema educativo que prohíbe la reprobación de las asignaturas, provocando que los alumnos sean promovidos de grado sin haber asimilado las enseñanzas. Al referirse a “enseñar al que no quiere aprender”, la profesional responsabiliza al discípulo del desinterés por el conocimiento, pese a que parte del papel del maestro es motivar al niño para que se entusiasme con el aprendizaje.
En momentos que el Ministerio de Educación convoca para enero a un Diálogo Nacional sobre las internacionalmente conocidas deficiencias del sector, los planteamientos de Marte Liriano debieran tomarse en cuenta cuando tras calificar el aula como un “campo de batalla”, sostiene que “los estudiantes están cada vez más light y menos exigentes. Es como si quisieran que les dieran la comida en la boca, les ayuden a masticarla y luego les masajeen las pancitas para lograr la digestión”. Los alumnos, destaca, “no les importa hacer tareas y nunca tienen tiempo para tu asignatura, mientras que sí lo tienen para chatear y usar las redes sociales”.
La autora, nacida en Monte Plata en 1983, también habla de “padres incomprensibles, familias disfuncionales, directivos inhumanos que nos amargan la vida y apuntan a matar nuestra vocación; compañeros chismosos, lambones, “tumbapolvos”, “lleva y trae”, y hasta sobrevivir jornadas extendidas de ocho horas seguidas en un ambiente tóxico”.
La obra también retrata al “docente que no quiere enseñar”, mostrando posibles luces al final del túnel, con la aplicación de la neurociencia, la neuroeducación y la psicología cognitiva, junto a otros recursos pedagógicos que tornen gratificante el aprendizaje para colegiales y educadores. Ojalá se produzca lo que para la ensayista sería “el milagro”.