Las demandas excesivas en nuestra vida cotidiana están fomentando la evolución de nuevas herramientas y tecnologías
Los impulsores del cambio son las superfuerzas que lo abarcan todo y que mueven y dan forma a nuestro mundo. Hay cuatro de estas superfuerzas que dan forma a las tendencias: tecnología y economía, y cambios sociales y culturales.
Estos cuatro impulsores nos ayudan a filtrar y comprender dónde surgen las tendencias y qué las impulsa.
La tecnología, por ejemplo, ¿permite un nuevo c o mportamiento d e l consumidor?¿O es el cambio social lo que hace que algunas mentalidades prosperen mientras que otras se desvanecen?
Hacer estas preguntas y catalogar el cambio global en estas cuatro dimensio
nes nos ayuda a detectar dónde se originan las tendencias.
Según Kevin Kelly, editor ejecutivo fundador de la revista Wired, “el mayor beneficio de la llegada de la inteligencia artificial es que las IA ayudarán a definir la humanidad. Necesitamos IA para decirnos quiénes somos”.
Las demandas excesivas en nuestra vida cotidiana cada vez más rápida y compleja están fomentando la evolución de nuevas herramientas y tecnologías. Estos nos ayudan a superar el estrés y mejorar la eficiencia en todos los aspectos de nuestras vidas.
Impulsado por la globalización y la digitalización, nuestro mundo se está volviendo hacia estilos de vida más fragmentados y dinámicos.
La revolución digital prometió ahorrarnos tiempo, pero en cambio estamos más ocupados que nunca.
La tecnología ofrece velocidad y posibilidades infinitas al alcance de nuestras manos: nuestras opciones cotidianas parecen infinitas.
No importa en qué parte del espectro generacional estemos, la sensación de presión abrumadora se ha convertido en un unificador demográfico.
El miedo a quedarse rezagado debido a una toma de decisiones incorrecta o a ser cortado (FOMO - miedo a perderse y FOBO - miedo a estar fuera de línea) es tremendo.
Las personas de todo el mundo sienten la presión de mejorar y ser mejores en todos los aspectos de sus vidas.
Las nuevas herramientas y tecnologías, que nos ayudan a navegar el estrés y ser más eficientes, nacen de la creciente complejidad y velocidad de nuestra vida cotidiana.
Queremos seguir el ritmo de la búsqueda de orientación personal y filtros de enfoque para simplificar nuestra vida cotidiana y tener un momento de alivio.
El 80% de los adultos encuestados por Statista no tienen tiempo para hacer todo lo que quieren en un día.
Con herramientas de análisis predictivo que digieren nuestros datos, comportamiento y preferencias para decodificar nuestras personalidades, y con asistentes inteligentes en aumento, el mercado de la existencia conectada en la Era de la Asistencia se está elevando a nuevas alturas.
Los consumidores están adoptando los asistentes digitales a medida que aumentan la eficiencia, la productividad y, por supuesto, la diversión.
Además, los dispositivos móviles y los dispositivos portátiles están facilitando la adaptación contextual en cualquier momento, se captura y transmite instantáneamente para permitir un flujo continuo de eventos.
Para entender este transcendental cambio debemos citar a Sundar Pichai, CEO de Google, quien afirma que “la IA es una de las cosas más importantes en las que la humanidad está trabajando. Es más profundo que la electricidad o el fuego”.
La difusión global de la digitalización y la virtualización nos permite conectarnos en red todo el tiempo mientras estamos siempre activos. Todo está conectado.
La alta conectividad contrasta con los escenarios locales donde se debaten aún el uso de las tecnologías; para muestra un botón: el voto automatizado. Otro ejemplo es la India, al suspender el servicio de Internet a la población demuestra cómo el control del flujo digital puede acelerar el desarrollo de una nación o simplemente frenar el motor del progreso.
El reto es la aceptación de las nuevas tecnologías y los paradigmas que debemos superar para su despliegue, especialmente si está facilitando mejoras en nuestra vida cotidiana.