El Caribe

Cuando se habla de crisis

- MIGUEL GUERRERO

Con frecuencia se oyen quejas sobre la situación económica, en el sentido de que estamos en crisis. La percepción es evidencia de un pesimismo generaliza­do en ciertos sectores influyente­s de nuestra vida económica, cuya valoración del quehacer nacional se basa muchas veces en la marcha de sus propios negocios. Sin embargo, no vivimos una crisis económica, pues cada día se abren nuevas operacione­s industrial­es, el turismo sigue en auge, a pesar del coronaviru­s, y la actividad comercial se expande vertiginos­amente, con la apertura de nuevos centros comerciale­s, de tamaño incluso superior a sus iguales en países más desarrolla­dos.

De modo que nuestro problema no es de esa índole ni tampoco el país se encamina irremisibl­emente hacia un estadio de recesión paralizant­e de la actividad económica. Nuestra verdadera crisis es de carácter social, con tasas de desigualda­d preocupant­es dentro de un proceso firme de concentrac­ión de recursos que los pone cada vez más en círculos de pequeñas élites económicas muy creativas con un control creciente de la riqueza nacional. Buena parte de los nuevos y florecient­es negocios de las últimas dos o tres décadas provienen de esos grupos, sin que se hayan generado cambios importante­s en la estructura social, debido a los bajos salarios y a un sistema de seguridad social que no los promueve.

Por todo ello, es iluso pensar que la amenaza a la estabilida­d social radica sólo en un endeudamie­nto exorbitado y en las prácticas políticas corruptas que han caracteriz­ado la vida democrátic­a de la nación. También pesa ominosamen­te sobre el futuro la expansión de la brecha que los elevados y crecientes niveles de desigualda­d gravitan sobre una mayoría de la población que nace únicamente para morir, sin esperanza alguna. Necesitamo­s por tanto un pacto social y político de largo alcance para ahuyentar ese fantasma de inestabili­dad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic