A mujer quemada por atracadores le han hecho 12 cirugías
La secuela que dejaron en SANTIAGO. su cuerpo las quemaduras que le ocasionaron varios delincuentes durante un atraco a una banca de lotería mantiene a Yokasti Altagracia Campos en silla de ruedas.
En cuestión de segundos la vida le cambió a esta joven mujer, y de ser una persona activa, dedicada a su trabajo y a cumplir con las responsabilidades familiare, pasó a ser el retrato mismo de la tristeza y el dolor.
Desde el día 11 de febrero de este año, cuando ocurrió el hecho en la comunidad Las Palmas del sector Monte Adentro en Santiago, la señora Campos ha requerido de 12 cirugías. La más reciente le fue practicada hace tres semanas y la obligó a permanecer varios días interna en la clínica Materno Infantil, donde es tratada por el médico Gilberto Tejada. Cada vez que acude al centro médico, visita que por obligación debe hacer con frecuencia, tiene que contar con la suma de siete mil pesos. “A esto se suma que debo contar con la suma de diez mil pesos más cada vez que necesito una pinta de sangre y apenas recibo tres mil 500 pesos mensualmente, que me la otorga el dueño de la banca donde trabajaba”, relata con angustia la dama, al revelar su odisea a reporteros de elCaribe.
Sin recursos
Campos, de 30 años y madre de un niño de siete meses de nacido, no solo atraviesa por serios problemas de salud, debido a que también padece de falcemia, sino que carece de los recursos económicos necesarios para continuar el tratamiento que la mantienen con vida, cada vez que requiere cirugías o transfusiones. A los daños provocados por las quemaduras, se suma, la parte psicológica, pues de ser una mujer alegre, ahora su tristeza le quedó marcada en su rostro y en su cuerpo. También tuvo que enfrentar las amenazas de los dos hombres que cometieron la acción criminal, debido a que eran conocidos. “En los primeros días, recibía amenazas, pero después me han dejado tranquila. Ahora solo espero que se haga justicia contra estos criminales”, dijo.
Aunque cuenta con un seguro médico, Yokasti Altagracia Campos y su esposo Yordi Rafael Plascencia esperan por la mano amiga, de personas que puedan sensibilizarse con su desdicha y aportar para costear el tratamiento que lleva. Debido a que debe hacerse cargo de su esposa, por las condiciones en que se encuentra y también dedicarse a cuidar de su hijo de solo siete meses, Yordi Rafael Plascencia también vive en la precariedad, ya que no puede trabajar, por lo que también reclama ser ayudado por los quienes más pueden.