Subero Isa dice Salud no puede “imponer multas”
El nuevo régimen de sanSEGURIDAD. ciones para personas que no usen mascarilla en lugares públicos impuesto por las autoridades para reducir la propagación del coronavirus, ha provocado opiniones en contra de las multas de hasta uno a diez salarios mínimos, pero también apoyo a la medida de la obligatoriedad.
Para Erolinda Hiche Minaya, docente en la Escuela Primaria Km.10 de Cumayasa, en La Romana, “es entendible que se le ordene a la población usar mascarilla de forma obligatoria, porque es una de las medidas más efectivas para detener el virus, pero cobrar tanto por no llevarla me parece excesivo”.
“Hay gente que en su día a día no consigue ni siquiera mil pesos. Se entiende que se trata de una enfermedad de vida o muerte, pero cómo consigue un chiripero para pagar una multa que oscila entre 10 mil y cien mil pesos”, declaró la maestra, que se encontraba en una fila en la avenida 27 de Febrero esperando para ingresar a una institución financiera.
Mario Padilla lleva catorce años trabajando en el Mercado Nuevo de la Duarte. Afirma que regularmente consigue 700 pesos diarios para hacer frente a las necesidades básicas de su hogar, donde está su esposa y sus tres hijos. La medida
El expresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Subero Isa, consideró ayer que ninguna disposición legal autoriza al Ministerio de Salud Pública a imponer multas por no usar mascarilla en lugares públicos por la pandemia del COVID-19. Subero Isa ofreció esas declaraciones a través de su cuenta de Twitter donde también señaló estar de acuerdo con el uso obligatorio de las mascarillas. “Estoy de acuerdo con el uso obligatorio de las mascarillas, pero para evitar abusos de las autoridades en la aplicación de la resolución de Salud Publica debo decir que ninguna disposición legal autoriza a ese ministerio a imponer las multas contempladas”, manifestó el magistrado a través de esa red social. Según la resolución de Salud Pública, la base legal de esta disposición se encuentra en el artículo 153 de La Ley General de Salud 42-01, el cual considera violación a la ley incumplir las medidas dispuestas por el Ministerio de Salud Pública para prevenir y controlar enfermedades transmisibles como el Covid-19. de la multa la califica como “exagerada”.
“¿Cómo podré hacerlo? Si uno apenas tiene dinero para llevar la comida a la casa. Dentro de lo que se puede, uno usa la mascarilla, porque tenemos que protegernos, pero cobrar tanto no me parece bien. Es una medida exagerada”, consideró Padilla, quien vende mangos en esa área de Villas Agrícolas.
La estudiante de Administración de Empresa en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Amarilis Jiménez, manifestó que aunque intenta tener puesta la mascarilla en todo momento cuando sale a la calle, se la debe retirar por algunos segundos por diversas razones.
“¿Qué harán las autoridades en ese caso? El calor, la poca ventilación o cualquier otra cosa pueden provocar que uno se quite la mascarilla a veces. Ellos deberían poner una multa menos costosa”, expresa.
La medida de Salud Pública, anunciada a principio de semana, tuvo como prólogo un incremento significativo de casos de contagios, especialmente en el Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y San Cristóbal.
La cifra más alta de infectados en 24 horas que se ha registrado en estos cuatro meses que tiene el coronavirus incidiendo en el país fue notificado el pasado domingo 21. Fue de 899 personas.
Amado Trinidad, profesor de Ciencias Sociales en un centro educativo de Villa Mella, piensa que las multas que se cobrarán a quienes no lleven el tapabocas son “extremas”. Dice que “el Gobierno quiere poner ese castigo a la gente que no lleve mascarilla, después de provocar que los casos aumentaran al llevar a cabo la desescalada previo al Día de las Madres”.
“Ellos provocan el aumento de casos al permitir que la gente circulara como lo hace para esas fechas festivas, ¿y ahora quieren que uno pague con una suma exorbitante la torpeza de no mantener el confinamiento por un poco más de tiempo?”, cuestionó, al tiempo que supuso que los recientes aumentos no hubieran sucedido si “el Gobierno hubiera sido más responsable”.
Tanía Lorenzo tiene un puesto donde vende desayuno y almuerzo en Los Praditos. Admite que muchas personas van a comprar sin mascarillas ni guantes, a quienes asegura se niega a vender. “Son gente que no tiene mucho recurso, gente que de verdad prefieren comprar un pan para sus hijos a una mascarilla para cuidarse, y no porque lo prefieran, sino porque es para lo que les alcanza”, lamenta.
En un recorrido realizado ayer por diferentes sectores del Gran Santo Domingo este medio comprobó que varias personas circulaban sin mascarillas. Mientras otros utilizan el objeto de forma incorrecta. El uso de este objeto pasó de ser recomendable a obligatorio a mediados de abril.