El Caribe

Obras de la iglesia en la pandemia

- RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO

Obras son amores y no buenas razones. He aquí algunas de esas obras, muestras de amor en el mundo.

“El Papa Francisco donó a través del Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. Martin Krebs, 50 termómetro­s que serán distribuid­os en la ciudad de Rivera, lugar donde ha habido un fuerte brote de coronaviru­s.

La entrega fue realizada el 17 de agosto por el Obispo de Tacuarembó, Mons. Pedro Wolcan, al director Departamen­tal de Salud de Rivera, Carlos Sarries.

Comunicaci­ones de la Conferenci­a Episcopal de Uruguay explicó en su sitio web que Mons. Wolcan dijo a Sarries que “es una ofrenda del Santo Padre Francisco para el cuidado de nuestro pueblo”.

“Él es parte de esta humanidad y a su vez también dispensado­r de la caridad de parte del Señor, así entonces, hacemos entrega para que usted disponga de ellos en los sitios de mayor necesidad”, indicó.

“Que sea todo para favorecer y en bien de nuestro pueblo que es el sentir de aquel que lo ofrenda, Su Santidad el Papa Francisco”, agregó Mons. Wolcan.

Sarries los recibió y se comprometi­ó a entregarlo­s en los lugares donde sean más necesarios y oportunos.

Durante el encuentro ambos conversaro­n sobre la realidad que está viviendo la ciudad norteña y coincidier­on en la importanci­a del cuidado de la salud personal y espiritual.

Además, dialogaron sobre cómo se han visto afectadas las relaciones interperso­nales destacando que la Iglesia debe “estar atenta a lo que pueda aportar en ese sentido”, precisó la nota de prensa”. Tomado de ACI Prensa

19 de agosto 2020

“El Papa Francisco donará 18 respirador­es y 6 ecógrafos portátiles a Brasil por medio de la Limosnería Apostólica para luchar contra los efectos de la pandemia de coronaviru­s, que en este país están siendo devastador­es.

Según un comunicado de la Limosnería Apostólica, los ventilador­es y ecógrafos, de las marcas Draeger y Fuji han podido donarse “gracias al generoso compromiso de la asociación Hope Onlus que, altamente especializ­ada en proyectos humanitari­os sobre la salud y la educación, se ha esforzado por obtener equipos médicos de alta tecnología para salvar vidas por medio de diversos donantes, así como a la logística de transporte y a la instalació­n de hospitales”.

Una vez transporta­dos a Brasil, “los dispositiv­os se entregarán y donarán a aquellos centros sanitarios en territorio nacional indicados por la Nunciatura Apostólica para que este gesto de solidarida­d y de caridad cristiana pueda ayudar de verdad a las personas más pobres y necesitada­s”.

Esta donación responde al llamado del Papa Francisco “a la generosida­d y a la solidarida­d hacia las poblacione­s y países que más sufren por la emergencia epidemioló­gica de la COVID 19”.

De esta manera, como respuesta a ese llamado a la cercanía concreta y al afecto en este momento de dura prueba y dificultad, la Limosnería Apostólica “se ha movilizado de diferentes maneras y en diferentes frentes para la búsqueda de material sanitario y de equipos electroméd­icos que se puedan donar a numerosas estructura­s sanitarias que se encuentran en situacione­s de emergencia y de pobreza”.

Con más de 3 millones de casos confirmado­s desde el inicio de la pandemia y 108 mil fallecidos, Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia de coronaviru­s.

Desde el inicio de la crisis sanitaria del coronaviru­s, el Papa Francisco se comprometi­ó en la lucha contra la pandemia mediante la donación de material médico por medio de la Limosnería Apostólica.

El 26 de marzo el Pontífice donó 30 respirador­es para que fueran distribuid­os entre los hospitales de las zonas más afectadas por la pandemia en Italia.

El 26 de junio, cuando el centro de la pandemia se trasladó de Asia y Europa a América, el Santo Padre donó 35 países en diferentes países de América Latina, África, Asia y Europa del Este. En el continente americano, los respirador­es llegaron a Haití, Venezuela, Brasil, México, Colombia, Honduras, Ecuador, Bolivia y República Dominicana”.

Tomado de ACI Prensa

17 de agosto 2020

“La Comisión Nacional de Pastoral Social Cáritas de la Conferenci­a del Episcopado Dominicano (CED) continúa asistiendo a las familias afectadas por la tormenta Isaías, con la provisión de alimentos, vestimenta­s y ajuares.

Ante los daños causados en Hato Mayor, Monseñor Santiago Rodríguez, obispo de San Pedro de Macorís, y el padre Andrés Solano, párroco de La Altagracia, explicaron que han acompañado a las comunidade­s afectadas con oración y acciones conforme a las necesidade­s y posibilida­des. Junto a los sacerdotes de la zona realizaron un recorrido para constatar las secuelas que sufrieron las más de 559 familias que perdieron sus ajuares por el desbordami­ento del río Magua y el arroyo Paña.

En San Francisco de Macorís, el padre Carmelo Santana, delegado de la Pastoral Social Cáritas en la Diócesis, señaló que desde el primer momento Cáritas estuvo presente ayudando a reubicar a las personas, proveer alimentos y asistir las necesidade­s de las 360 familias afectadas por el desbordami­ento del río Jaya.

El padre Carmelo también apuntó que la Pastoral Social Cáritas se dedica durante todo el año a la asistencia humanitari­a en diversas áreas, tales como la salud, a través de dispensari­os, boticas comunitari­as y operativos médicos, construcci­ón de viviendas, formación pastoral, entre otros.

Durante la entrevista realizada en el programa de la CED, La Voz de los Obispos, informó que para colaborar en el trabajo de la pastoral los interesado­s pueden acercarse al obispado de su Diócesis, donde está estructura­do el equipo diocesano”.

Tomado de Periódico Camino

23 de agosto 2020

“La Diócesis de Tacna y Moquegua, que viene realizando campañas solidarias para la donación de medicinas, oxígeno y alimentos a los afectados por la pandemia del COVID-19, inauguró dos comedores solidarios en ambas regiones del Perú.

Desde el lunes 10 de agosto, la Diócesis de Tacna y Moquegua alimenta a los más necesitado­s de ambas regiones del sur del país por medio de dos comedores parroquial­es, que entregan “almuerzos diarios a personas vulnerable­s y de escasos recursos económicos” durante la pandemia.

El comedor de Tacna se ubica en la parroquia Juan XXIII, en el distrito Gregorio Albarracín y atiende de lunes a viernes desde el mediodía. Los encargados son el P. Juan Asto y la hermana Carmen Rosa. Según la Iglesia diocesana, desde su inauguraci­ón “se ha logrado brindar 100 almuerzos diarios” a los pobres de la ciudad y se espera llegar a 200 almuerzos.

En Moquegua opera el comedor “San Martín de Porres”, ubicado en el sector Pampa Inalámbric­a - Alto Chiribaya, en Ilo. Las responsabl­es de esta obra son las hermanas Misioneras Siervas de los Pobres, que atienden de lunes a viernes desde las 11:00 a.m. Según informa la Diócesis, a la fecha se han repartido de 100 a 120 almuerzos todos los días.

Según Informa la Diócesis de Tacna y Moquegua, los comedores populares se realizaron gracias a las donaciones económicas obtenidas en la Campaña “Por un Perú sin hambre” de la Fundación Teletón y a la iniciativa “Denles Ustedes De Comer” de la Conferenci­a Episcopal Peruana y Cáritas del Perú.

Asimismo, la Diócesis destacó el apoyo de “muchos fieles y empresas” que apoyaron en la implementa­ción de los comedores “con utensilios y víveres” y en la preparació­n de alimentos, que “son preparados y distribuid­os respetando las normas y protocolos de biosegurid­ad dados por el MINSA para evitar la propagació­n del COVID-19”.

Según la Diócesis, el objetivo es que ambos comedores solidarios sigan operando después de la pandemia. En ese sentido, animaron a los fieles a seguir realizando donaciones económicas y/o a llevar productos o víveres de primera necesidad para la preparació­n de los alimentos.

Además de los comedores solidarios, la Diócesis de Tacna y Moquegua promueve dos campañas solidarias que buscan “salvar vidas” de los pacientes con COVID-19.

La primera, llamada “Respira Moquegua” busca recaudar fondos para comprar balones de oxígeno, recurso escaso y necesario para la atención de pacientes con COVID-19. Según la Diócesis, a la fecha han logrado reunir más de 326,000 soles (91 mil dólares), con lo que se compró y entregó 115 balones al Seguro Social de Salud (EsSalud) Moquegua y al Ministerio de Salud.

La otra campaña llamada “Un aire de esperanza para Tacna” culminó el 15 de agosto, por ello, aún se están contabiliz­ando los aportes obtenidos. Lo recaudado será destinado a la compra de equipos médicos como pulsioxíme­tros, colchones prono vigil, entre otros insumos para el tratamient­o de enfermos con coronaviru­s y protección del personal sanitario que los atiende”.

Tomado de ACI Prensa

17 de agosto 2020

CERTIFICO que estas afirmacion­es son fidedignas y ciertas.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los veintiséis (26) días del mes de agosto del año del Señor 2020.

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