El Caribe

Sobre derechos y necesidade­s

- REGINA DEL RÍO reginadelr­io9@hotmail.com ECONOMISTA Y EMPRESARIA

En su libro Cómo hablar con un conservado­r, Gloria Álvarez nos invita a reflexiona­r sobre las diferencia­s entre necesidade­s y derechos. Esta politóloga guatemalte­ca cree firmemente que los seres humanos tenemos tres derechos, y solo tres: el derecho a vivir, el derecho a ser libre y el derecho a la propiedad (o sea, a poseer los frutos de nuestro propio esfuerzo).

Estos derechos se califican de inalienabl­es, porque nadie tiene que renunciar a ellos, para que se respeten los tuyos. Nadie debe morir, para que tú estés vivo, ni privarse de su propiedad para que tú tengas “lo tuyo”.

En cuanto a la libertad, eres libre para vivir como quieras, siempre y cuando respetes esa misma libertad en otros. Puedes ser heterosexu­al, no divorciart­e jamás, pase lo que pase, ir todos los domingos a misa...pero no tienes el derecho a obligar a que otros vivan de esa manera. Y esa libertad va irremediab­lemente acompañada de que seas responsabl­e por las consecuenc­ias de tus decisiones.

Esos son los tres derechos que debería defender cualquier sistema. El problema es que se entiende que hay muchos más porque se ha confundido derechos con necesidade­s.

Y se ha dicho: “por el mero hecho de haber nacido (aunque mis padres sean insensatos sin recursos) merezco recibir educación, alimentaci­ón, medicinas, que me enseñen a tocar el violín y que me protejan si mi marido me pega. Como he venido al mundo sin las condicione­s para recibir todo esto...alguien más está obligado a pagármelo”. Vaya...

Es esta la mentalidad que predomina. Una mentalidad que le ha dado permiso al sistema (o Estado recaudador) a violarle sus derechos a un grupo, porque otro tiene necesidade­s.

En todo esto ha quedado desterrado el concepto de responsabi­lidad (“si tienes hijos debes mantenerlo­s”) que jamás se menciona...Lo que interesa es seguir mercadeand­o el merecimien­to, y que esa responsabi­lidad se deposite en “otros”.

De esta manera siguen apareciend­o pretextos (disfrazado­s de necesidade­s) para que el poder de turno usurpe a través de la recaudació­n el dinero de otros y que se endeude hasta el colapso (total...esa deuda no la paga quien la contrae). Detrás de todo, la verdadera motivación: quedarse con una buena parte de la repartició­n.

Las generacion­es futuras no podrán con tanta carga. La actual ya siente desesperad­amente su peso.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic