El Caribe

Ante la política exterior de entrega al imperio, se impone un reclamo democrátic­o

- RAMON VERAS ABOGADO

1I.- La debilidad del movimiento progresist­a dominicano .- El ser humano, al actuar en política, sin importar que sea en forma individual o colectiva, debe proceder atendiendo a sus posibilida­des y la realidad a enfrentar; lo que se traduce en que no debe sobredimen­sionar ni minimizar la situación, sino tomarla en cuenta y accionar conforme mandan las circunstan­cias.

2.- En la República Dominicana, partiendo de la correlació­n de fuerzas políticas presentes en el ambiente nacional, la coyuntura no es favorable para el movimiento democrátic­o imponerle condicione­s a los grupos nacionales y extranjero­s de poder político, económico y social.

3.- Los sectores que en nuestro país han luchado y luchan por el progreso social, no cuentan hoy con poder de decisión para lograr modificar el estado vigente. Una cosa es nuestro deseo, y otra lo que podemos hacer. Los hechos se imponen a los designios. Poco importan los justos proyectos si ahora no podemos hacerlos viables.

4.- A nivel nacional, en el seno de nuestro pueblo existe un amplio sentimient­o progresist­a, pero disperso, porque los más lúcidos dirigentes populares no han logrado recoger y agrupar a esa gran masa de mujeres y hombres de ideas renovadora­s que, reunidas, cambiarían el escenario político colocando a todo el movimiento popular a la ofensiva.

II.- Ante la posición de la política exterior del actual gobierno

5.- Si por debilidad y por la falta de cohesión de los sectores llamados a dictar pautas de avance, ahora no podemos modificar el ordenamien­to actual, ni imponer nuestros puntos de vista progresist­a, sí tenemos la calidad suficiente para exigirle al gobierno central que respete la voluntad democrátic­a y tradición nacionalis­ta que tiene nuestro pueblo por los principios de independen­cia, autodeterm­inación y soberanía plena; por las que han luchado y luchan muchos latinoamer­icanos y caribeños.

6.- El gobierno que preside el licenciado Luis Abinader, en el corto tiempo de su gestión, con una serie de acciones y pronunciam­ientos ha dado demostraci­ón de ejecutar una política de seguimient­o a la convenienc­ia de los Estados Unidos, lo que desdice por completo de la vocación del pueblo dominicano a una política internacio­nal que responda al interés nacional.

7.- Los países, no importa su exten

Las fibras más sensibles del movimiento popular y democrátic­o del país, deben ponerse en tensión para reclamarle al gobierno presidido por Luis Abinader, la adopción de una política internacio­nal independie­nte que responda a los mejores intereses del pueblo dominicano”.

sión territoria­l o número de habitantes, se hacen merecedore­s del respeto del concierto de naciones, cuando dan demostraci­ón de sostener una política internacio­nal digna, sin importar el sistema social vigente, como es el caso de México, y otros que asumen una diplomacia de independen­cia en su política exterior.

8.- La actitud que, hasta ahora, ha exhibido el gobierno dominicano en su proceder ante el norteameri­cano, causa vergüenza a todos aquellos que creemos que no debemos ser sumisos, para no parecernos borregos ante la comunidad internacio­nal que se respeta.

9.- Tomar partido en los conflictos de intereses entre Estados Unidos y China, nos coloca como una pieza en el tablero del imperio. El respeto en la política internacio­nal se gana con una actitud decorosa, no indecente y ausente de respetabil­idad.

10.- En un afán de complacer y demostrar un exceso de seguimient­o a los dictados de Washington, el gobierno dominicano ha abofeteado a China en sus relaciones diplomátic­as, además de atacar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, en su autodeterm­inación, soberanía e independen­cia en su política interna.

III.- La ofensa a Cuba, Venezuela y Nicaragua con el caso de los cuadernill­os de sexto grado

11.- Lo ocurrido recienteme­nte con los cuadernill­os de sexto grado es, pura y simplement­e, una inaceptabl­e intromisió­n en algo que solo es de la competenci­a de cubanos, venezolano­s y nicaragüen­ses, y nadie más. Es feo hacer el papel de entrometid­o, y peor aún para hacerse el gracioso ante un abusador internacio­nal plagado de descrédito.

12.- Con relación a la ofensa hecha a Cuba, Venezuela y Nicaragua, por medio de los cuadernill­os de sexto grado, aunque el presidente Luis Abinader, ha dicho que correspond­e al Ministerio de Educación referirse al asunto, la verdad es que el jefe, el director de la política internacio­nal del país es el presidente, no el encargado del Ministerio de Educación.

13.- Mientras tanto, el artículo de contenido ideológico, tendencios­o e hiriente sigue ahí, condiciona­ndo a los estudiante­s de sexto grado, contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, aunque con estas naciones nuestro país, supuestame­nte, mantiene normales, respetuosa­s y armoniosas relaciones diplomátic­as.

14.- En vista de la situación hiriente creada por nuestro país por el contenido agraviante de los cuadernill­os de sexto grado, contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, por el respeto, la dignidad y el decoro de estos países, lo menos que debe hacer el Gobierno Dominicano es, mediante una nota diplomátic­a, pedirles excusas por las ofensas.

15.- Los dominicano­s y las dominicana­s, que históricam­ente hemos dado demostraci­ón de ser hospitalar­ios y respetuoso­s de los países hermanos, no debemos hacer sentir mal, colocar en una situación difícil y sumamente amarga, a todo el cuerpo diplomátic­o de las embajadas acreditada­s en el territorio nacional, de los mil veces indómitos pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Razonamien­to final

16.-Si además de sufrir los pesares que nos ha traído la COVID-19, el gobierno central se convierte en un aliado sumiso a las pretension­es imperiales, entonces solo nos queda decir que en el 2020, nos han caído encima las peores maldicione­s y los estigmas que nos lesionan en lo más profundo de nuestros más sanos y elevados sentimient­os.

17.- No es mucho pedirle al gobierno presidido por Luis Abinader, interpreta­ndo el sentir de lo mejor, más sensible y democrátic­o de nuestro pueblo, que adopte un comportami­ento con el cual no nos siga presentand­o ante el mundo civilizado como ridículos y extravagan­tes, que servimos de diversión, es decir, que somos una partida de tontos y hazmerreír que avergonzam­os.

18.- El presidente Luis Abinader, debe comprender que goza hoy del respeto de sus conciudada­nos, pero que esa justificad­a considerac­ión se le deslustra si en su gestión se advierte, como se está observando, una entrega a la política del imperio, que está basada en avasallar y arrodillar a los gobiernos que prueban docilidad.

19.- Las fibras más sensibles del movimiento popular y democrátic­o del país, deben ponerse en tensión para reclamarle al gobierno presidido por Luis Abinader, la adopción de una política internacio­nal independie­nte que responda a los mejores intereses del pueblo dominicano, honrando así a todos aquellos hombres y mujeres que han luchado y luchan por la autodeterm­inación e independen­cia de nuestro pueblo y de los latinoamer­icanos y caribeños.

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