De una pequeña idea, puede nacer un gran negocio
En el caso de no tener conocimiento sobre el negocio que idealizamos para formar parte, no lo considera un gran obstáculo.
“Cuando iniciamos el negocio, hace siete años, ninguno de nosotros sabíamos ni de jugos ni de frutas, pero sí teníamos una oportunidad por delante. Más que tener conocimiento como tal, lo que se debe adquirir, en el día a día, son las habilidades que te permitan analizar cada detalle de ese negocio. Si ves una oportunidad, entonces vas a dar el todo por el todo para alcanzarlo”, dice con mucha seguridad la entrevistada.
Por el contrario, comenta que “si tienes una voz en tu interior que te dice que puede salir bien o mal el negocio, entonces, tienes menos oportunidades de que se pueda concretar bien. Hay que elegir un negocio que verdaderamente te apasione… que tenga algún elemento que te empuje todos los días”.
Retos
Los retos se presentan a diario y más cuando estás tratando de crecer. “Aparecen situaciones a las que, en ocasiones, hay que adaptarse. Creo que lo más importante para enfrentarse a cualquier reto es tener una actitud positiva y buscarle una solución, aunque no sea perfecta. De esta manera, podrás continuar hacia adelante, ya sea investigando diferentes alternativas para superar ese osbtáculo y/o aceptando las pérdidas”.
Para lograr frutos
Hay quienes se desencantan y declinan cuando invierten y no obtienen ganancias. Según Batlle: “Dependiendo el tipo de proyecto, se debe medir qué tanta paciencia se debe tener para ver los frutos. Cuando el proyecto es inmenso, significa que requiere un largo plazo. También, su arranque va a depender de la meta que se fijen los emprendedores, porque definitivamente si no funciona el proyecto en el tiempo que está pautado, por ejemplo, a corto plazo, es porque el modelo de negocio no es el correcto. Asimismo, hay modelos de negocios que requieren muchos más años y pérdidas, pero cuando se logra emprender es ‘explosivo’”, puntualiza.