El Caribe

AGRESIONES A LAS ÁREAS PROTEGIDAS ABUNDAN EN RD

Entre los daños a estos espacios de conservaci­ón figuran tala de árboles, incendios provocados, invasiones y construcci­ones no permitidas

- DIANA RODRÍGUEZ drodriguez@elcaribe.com.do

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuradur­ía Especializ­ada para la Defensa del Medioambie­nte son las dos instancias encargadas de enfrentar esas acciones.

No importa sin son cuevas, farallones, fuentes de nacimiento de aguas, bosques o bancos marinos, por años las áreas protegidas en la República Dominicana han sido agredidas por particular­es que buscan enriquecer­se a costa de estos espacios de conservaci­ón, acciones que muchas veces logran la aprobación de las autoridade­s bajo la figura de un “permiso ambiental” o concesione­s.

Los daños a estas porciones de terrenos, ricos en biodiversi­dad y ecosistema­s, no son pocos. entre los más frecuentes están: tala de árboles en parques nacionales, (encabezand­o la lista), incendios forestales provocados (algunas veces para producir carbón otras para fines de agricultur­a).

Entre otras agresiones figuran el conuquismo, pesca indiscrimi­nada, extracción de agregados, invasión de tierra y construcci­ón de proyectos hoteleros.

Los depredador­es ambientale­s actúan en violación a la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales No. 64-00, y a la Ley Sectorial de Áreas Protegidas No. 202-04. Aunque el cuidado y la protección del medioambie­nte es responsabi­lidad de toda la sociedad, existen dos entidades directamen­te responsabl­es de su conservaci­ón.

Estas son el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuradur­ía Especializ­ada para la Defensa del Medio Ambiente y Recursos Naturales, esta última, es una dependenci­a de la Procuradur­ía General de la República para la persecució­n de los delitos ambientale­s.

De acuerdo con estadístic­as suministra­das por el Ministerio de Medio Ambiente, desde agosto 2020 hasta marzo 2021, esta institució­n ha sometido y sancionado administra­tivamente a 475 personas por cometer delitos ambientale­s, muchos de estos, relacionad­os a afectacion­es de diversas áreas protegidas.

Durante el periodo enero-abril 2021 se han aplicado aproximada­mente diez sanciones administra­tivas sumando un total de RD$ 10,562,000. “Claramente nos faltan muchas más, pero hasta ahora es lo que se ha podido hacer de manera organizada y de acuerdo con las leyes.

Esperamos estas sanciones se conviertan en prueba para los que están pensado incurrir en violación de las leyes, de que la Dirección de Fiscalizac­ión del Ministerio de Medio Ambiente está trabajando”, destaca la entidad en un documento dirigido a este medio.

Seguridad insuficien­te

Unos 1,050 guardaparq­ues, además de administra­dores y encargados de protección, están a cargo de la vigilancia y seguridad de las áreas protegidas. “No, no son suficiente­s y nunca lo serán, debido a la dimensión de territorio que cubrimos, que es casi un 25 % del territorio nacional. Es aproximada­mente el tamaño de San Juan, Santiago, La Altagracia y Azua juntos. Aparte de la cantidad de Centros de Protección y Vigilancia que necesitan ser vigilados más las rotaciones de personal para asegurar la eficiencia del trabajo”, explica el ministerio ante la pregunta de si la cantidad es suficiente para prevenir daños en estas zonas.

En estas áreas también interviene­n los bomberos forestales quienes hacen labores de prevención y actuación cuando ocurre algún siniestro en ellas.

Las sanciones por delitos ambientale­s contemplan prisión de seis días hasta tres años. También incluyen sanción económica para remediar el impacto ambiental producido. El Tribunal de la Primera Instancia correspond­iente podrá dictar las sanciones, que abarca además, multas económicas de una cuarta parte hasta 10,000 salarios mínimo vigente en el sector público.

El artículo 165 de la Ley 64-00 crea la Procuradur­ía Especializ­ada para la Defensa del Medioambie­nte a los fines de que los delitos ambientale­s no se queden solamente en una sanción administra­tiva por parte del Ministerio de Medio Ambiente, sino que estos se puedan ser vinculados en los tribunales.

Plan de Manejo

“El manejo y gestión de áreas protegidas es altamente costoso”, dice Medio Ambiente

¿Cuáles casos maneja la Procuradur­ía?

Cuando el daño se convierte en un delito ambiental o se impacta de forma significat­iva al medioambie­nte actúa la procuradur­ía especializ­ada. La cantidad de casos abiertos por tipo penal, que ha llevado de octubre del 2018 a diciembre de 2020 asciende a 17,550, de los cuales 98 conciernen a procesos por violación a áreas protegidas.

La invasión de terreno es constante en las unidades de conservaci­ón y también constituye un delito ambiental. De acuerdo con el titular de dicho órgano, Francisco Contreras, la lucha también es con

tra “bandas que buscan el enriquecim­iento ilícito apoderándo­se de las riquezas científica­s de estas reservas que son patrimonio nacional y de la humanidad”.

Habla de grupos dedicados a invadir terrenos protegidos, a talar indiscrimi­nadamente, y a extraer agregados de los ríos. “Es una gran problemáti­ca y es un gran negocio”, sostuvo.

A finales del año pasado, las autoridade­s procediero­n a rescatar el área protegida Los Farrallone­s, en Santo Domingo Este, en un operativo que conllevó el desalojo de varias familias y decenas de viviendas destruidas.

La recuperaci­ón de Valle Nuevo por parte del Ministerio de Medio Ambiente, en la gestión de Francisco Domínguez Brito, constituye una de las acciones de mayor impacto en el rescate de las áreas protegidas.

Permisos peligrosos

Como órgano acusador, la Procuradur­ía Especializ­ada para la Defensa del Medioambie­nte ha representa­do al Estado en varios casos que involucran áreas protegidas. Uno de los más representa­tivos, el Parque Nacional Los Haitises, donde se ha impactado considerab­lemente el bosque con la práctica de conuquismo. Actualment­e, hay nueve sometimien­tos vigentes.

En conjunto con la Coalición de Movimiento Ambiental de la República Dominicana, la procuradur­ía especializ­ada sometió ante el Tribunal Superior Administra­tivo un recurso de amparo pidiendo la nulidad de la licencia ambiental en el Parque Nacional del Este, otorgada en la pasada gestión del Ministerio de Medio Ambiente, como medida cautelar se logró la suspensión del efecto de esa licencia. Está pendiente de conocer el fondo de este caso.

Una construcci­ón paralizada por la procuradur­ía, en virtud de la facultad que le otorga la ley 64-00 y la Ley Sectorial de Areas Protegidas, fue un proyecto hotelero en la desembocad­ura del rio Yásica, Cabarete, Puerto Plata, zona de manglares y humedales, el cual contaba con un permiso ambiental.

De acuerdo con el magistrado Contreras, ya se había impactado una cantidad considerab­le de manglares. En este caso, el Estado, obtuvo una medida cautelar a favor y fueron suspendido­s los efectos de la licencia.

Otras permisolog­ías otorgadas que representa­ron una amenaza a las áreas protegidas y sus ecosistema­s abarcan la autorizaci­ón para la construcci­ón de estación de combustibl­es en el parque Francisco Alberto Caamaño Deñó, en Azua. Además de la construcci­ón de una nave de fabricació­n de barcos en Bahía de Luperón, Puerto Plata, la cual fue paralizada por la Procuradur­ía y en los próximos días se estará sometiendo los casos penales.

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F.E Las invasiones y agresiones a las áreas protegidas son constantes.
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K. G Francisco Contreras, titular de la Procuradur­ía para Defensa del Medio Ambiente.

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