Historial
La práctica de presentar propuestas de reformas impositivas en la “juventud” de los Gobiernos comenzó con la administración que encabezó Antonio Guzmán Fernández (1978-1986). La propuesta buscaba introducir en el sistema impositivo dominicano el Impuesto al Valor Agregado (IVA), pero fracasó en el Congreso, dominado por el entonces opositor Partido Reformista e influenciado por el entonces senador Salvador Jorge Blanco, del PRD, el mismo partido del presidente Guzmán pero de tendencia distinta.
El gobierno de Guzmán, que vio frustrado su intento por imponer en el modelo tributario dominicano la figura impositiva en moda en Amán, que vio frustrado su intento por imponer en el modelo tributario dominicano la figura impositiva en moda en América Latina, no pudo satisfacer sus requerimientos de mayores recaudaciones para financiar el aumento en los gastos producido por el modelo económico aplicado, que se le llamó en ese momento de “demanda inducida” y que incluyó un aumento general de sueldos.
Pero el IVA no duró mucho tiempo en debutar en el esquema impositivo local. Llegó de la mano del gobierno presidido por el doctor Salvador Jorge Blanco, quien ya antes de finalizar el año 1982, es decir antes de los primeros seis meses de gestión, tenía el moderno tributo aprobado aunque con un nombre diferente: Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados (ITBI), al que con el tiempo se le agregaron los servicios como base imposible y la S a su sigla, convirtiéndose en ITBIS. El IVA, peyorativamente definido con el criterio con el significado de “Imposible Vivir Aquí”, inició con una tasa de un 6 %. Ahora es el impuesto más importante del sistema impositivo dominicano y su tasa es de 18 %, con una provisionalidad que busca la eternidad.
Fue el primer impuesto importante en ser aprobado con aplicación diferida. Comenzó a ser cobrado con ciertas concesiones en el primer cuatrimestre del 1983. El comercio minorista ejerció una fuerte oposición que obligó a la Administración tributaria de entonces a emitir normas para mediatizar el cobro.
Aunque el Gobierno y las autoridades fiscales de entonces insistieron en que el nuevo impuesto no tenía impacto inflacionario porque su efecto sería por una sola vez, quedó en el ambiente una creencia contraria, y para la poblada del 1984 uno de los culpables señalados de las subidas de precios fue el todavía ITBI.