Alza salarial a la vista
CADA DOS AÑOS, al llegar el mes de julio, entra de manera automática a la agenda la convocatoria del Comité Nacional de Salarios para revisar el Salario Mínimo Privado No Sectorizado.
Y llega antecedido de desorbitadas propuestas de montos de las centrales sindicales y de la siempre conservadora y escurridiza postura patronal.
Este 2021, por lo fatídico y ruinoso del 2020, la discusión debiera resultar diferente por los estragos que causó la pandemia a las empresas y a los trabajadores.
Nos atreveríamos a sugerir ahora, aunque pequemos de ilusos, que en lugar de las interminables tandas de ofertas y contraofertas, desde el Ministerio de Trabajo surja una propuesta única, en un intento de ser realistas con algo conveniente para las partes.
Si bien el alza se justifica para recuperar la pérdida de poder adquisitivo registrada desde el más reciente ajuste, un aumento excesivo del salario mínimo destruirá más empleos, especialmente entre los trabajadores menos calificados, y crecerá la incidencia de la pobreza y la desigualdad.
Pero si las partes verdaderamente quieren sentarse a discutir con sinceridad, sin jugar a las escondidas como suelen hacerlo, de entrada no puede haber posturas inaplicables como el 40% que proponen las centrales sindicales.
Tampoco vale por esta vez la cerrazón a tratar el tema de la reclasificación empresarial, porque ajustar el salario mínimo sin tomar en consideración el tamaño de las empresas provocaría la quiebra de las pequeñas y medianas, que no pueden pagar el mayor de los salarios mínimos.
No se debiera, porque lo impone la coyuntura económica y por la incertidumbre que genera la crisis sanitaria, ir más allá de ajustar los salarios tomando en consideración el índice de precios al consumidor entre julio de 2019 y mayo de 2021, cuyo incremento fue de 11.3%.
Así, vista la inflación acumulada y la pérdida de más de 192 mil empleos en el año, si somos realistas lo recomendable es que el salario mínimo se ajuste entre 12% y 15%, y tomar en consideración el tamaño de las empresas para asegurar que sigan creando puestos de trabajo.