Que no haya encubrimientos
EN LOS CASOS DE LAS MUERTES de Gregorio Custodio, en Ocoa, David de los Santos en el destacamento policial de Naco y Richard Báez, en Santiago, hemos destacado que desde la reacción de la opinión pública y la intervención del Ministerio Público, se empiezan a ver consecuencias.
Hay sometimientos y solicitud de medidas de coerción por la muerte de De los Santos, y por Báez se pidió prisión contra tres policías.
En el caso de Báez la actuación diligente del Ministerio Público y la presión de sus familiares cambiaron el curso de los acontecimientos.
El lunes 9, dos días antes de que el Ministerio Público acusara a los tres policías de asociación de malhechores, homicidio y robo, el general Ernesto Rodríguez García, director del comando Cibao Central de la Policía, afirmó que Báez había enfrentado a tiros a los policías antes de ser detenido y que había sido entregado vivo a los fiscales, pero la versión del Ministerio Público es diferente.
“…la víctima fue perseguida hasta su casa y recibió múltiples golpes cuando intentaba alcanzar la puerta de la vivienda, mientras gritaba y pedía auxilio a su padre para tratar de salvar la vida ante el ataque de los agentes policiales actuantes”, dice el Ministerio Público.
El general Rodríguez García también asegura que Báez fue entregado con vida a los fiscales y es así, pero en su solicitud de medida de coerción el órgano investigador relata con datos las golpizas que previamente había recibido y que, según el certificado del Inacif, le provocaron la muerte.
Al comparar la justificación del general Rodríguez García con las pruebas que aporta el Ministerio Público resulta imperativo insistir en que la Policía no puede investigarse a sí misma, porque es ella la que está sometida a investigación por hechos que trascienden el orden público.
Ojalá con estas experiencias luctuosas se acabe para siempre la vieja práctica de que la Policía se autoinvestigue, de que se cante y se llore a la vez, porque en la mayoría de los casos se intenta imponer versiones nada creíbles como la ofrecida por el general Rodríguez García.
CARLOS NINA GÓMEZ
NUEVA YORK.- Anótelo bien: La pujante inmigración de los dominicanos en Estados Unidos -y especialmente en esta ciudad de Nueva York- no frena sus ímpetus de progreso, de incansable labor y de agitado avance económico.
Como lo han declarado las autoridades del Banco Central, los dominicanos en EE.UU., con el envío de sus remesas, fortalecen la economía dominicana.
Durante estos días, de mi breve estancia en esta gran metrópolis, bautizada como La Gran Manzana he observado, tal vez como nunca, ¡cómo trabajan los quisqueyanos!
Sobre el particular conversaba con el reputado médico dominicano Rafael Lantigua y me dijo que “nunca como en estos tiempos los dominicanos se notan muy entusiamados con el trabajo y la forma de vivir en buena comunidad y nunca descansar en sus constantes labores”.
Lantigua, quien ha ejercido la medicina (con resonantes éxitos) en Nueva York, está bien claro de que cada día “veremos en nuestros compatriotas más éxitos en el marco de sus labores, pero, además, con el gran interés de que sus familias mejoren sus condiciones en todos los aspectos”.
Lo propio, en inúmeras ocasiones, ha declarado el congresista Adriano Espaillat (de origen dominicano) quien ha puesto en ejecución muchas iniciativas que van en beneficio de la diáspora dominicana.
Espaillat, cada vez que tiene la oportunidad, hace contacto con los ciudadanos criollos que residen en Nueva York y habla con sus líderes para que nunca dejen de “inyectarles” las energías necesarias para que vean materializados sus objetivos de progreso y avance en todas las áreas, en especial la académica , con el gran interés de que los criollos más jóvenes, que van a la escuela pública y las universidades, alcancen altas metas.
El pasado martes, en el programa Entre Líderes que se transmite por la televisión hispana bajo la dirección de los periodistas dominicanos José Alduey Sierra y Manuel Ruiz, se emitieron comentarios en positivo respecto a la comunidad quisqueyana en USA.
Alduey Sierra, connotado comunicador con más de 25 años ejerciendo su oficio en Nueva York, no descansa en proclamar que “estamos en una linda etapa en la que nuestra diáspora sigue trillando los mejores caminos.
Por cierto, el programa Entre Líderes siempre tiene importantes invitados, casi siempre son empresarios y dirigentes de la comunidad dominicana, que tienen la oportunidad de emitir sus ideas que van en consonancia con sus ambiciosos programas, básicamente en el plano económico.
En síntesis: La diáspora dominicana en Estados Unidos sigue escribiendo una positiva historia, ¡para orgullo de su patria!