Las referencias de un estudio y la norma que obliga
¿Y cuál es el porcentaje de energía no convencional que puede aguantar el país; cuál es el máximo recomendado, especialmente tomando en cuenta la intermitencia de este tipo de energía?
En el año 2021 se realizó un estudio con los técnicos locales y ayuda de otros que colaboran; adicionalmente se tomaron referencias de elementos internacionales, como Puerto Rico y Hawái (al igual que República Dominicana son islas). Se tomó en cuenta que el sistema eléctrico local es pequeño, si se compara con países desarrollados y es un sistema aislado. La investigación llevó a establecer la obligatoriedad, para proyectos de gran tamaño, de contar con sistemas de almacenamiento.
A partir de marzo de 2023 se emitió una norma que establece puntualmente que los proyectos de más de 50 megavatios deben venir acompañados de almacenamiento de por lo menos cuatro horas para ser usados en horas de la noche y evitar así la intermitencia en tramos de tiempo determinados.
Es obligatorio tener esos sistemas o espacios de almacenamiento porque la energía solar solamente ocurre entre las 9:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde de manera efectiva. Eso quiere decir que aunque se vea el sol “afuera” a las 7:00 de la mañana, ese sol no es tan efectivo como se requiere.
La reducción de la energía solar genera una gran inestabilidad en el suministro eléctrico, si no se tienen las previsiones. La CNE asegura que ha recibido un gran espaldarazo del sector empresarial y actualmente evalúa 15 proyectos en concesión provisional que cuentan con un 30 % o un 50 % de almacenamiento (a base de baterías de litio). Ya se otorgó la primera concesión definitiva y hay cinco proyectos que se evalúan para concesión definitiva.
La conclusión oficial que se tiene es que el empresariado está consciente de que las islas necesitan almacenamiento cuando trabajan con energía no convencional. Un dato que a veces se usa en contra es que contar con esa reserva es costoso. “Pero más caro es el combustible que se quema entre las siete y las doce de la noche, que no lo producimos nosotros y que hay que tomar divisas para comprarlos (…)”, advierte el director ejecutivo de la CNE.