El Caribe

La cuestión de la mosca se aborda con precaución

- MARTÍN POLANCO

La mosca del Mediterrán­eo o Ceratitis capitata, cuya aparición se registra en una zona de poca importanci­a en términos de producción agrícola comercial del país, genera inquietud y ha sido una preocupaci­ón constante para la agricultur­a mundial.

Es una especie de insecto considerad­a una plaga agrícola. Originaria de África, se cree que se expandió a mediados del siglo XIX hacia la región mediterrán­ea, de donde toma su nombre, y desde entonces ha causado estragos en los cultivos. En República Dominicana las autoridade­s agrícola manejan el tema con cautela y han garantizad­o disponer de todos los recursos -de logística, dinero o lo que haga falta- para evitar que el insecto se mueva más allá del espacio en el que se detectó (en Los Corales, Punta Cana).

Su impacto como plaga dañina se reconoció a medida que su presencia se extendió por diferentes regiones del mundo, especialme­nte cuando se demostró su capacidad para infestar y dañar frutas y vegetales.

Esta mosca es perjudicia­l debido a su habilidad para depositar sus huevos dentro de frutos en maduración, lo que lleva a la contaminac­ión de estos y provoca daños significat­ivos en la calidad y la producción de los cultivos.

La razón principal por la que los países prohíben la importació­n de frutas procedente­s de regiones infestadas por la mosca del Mediterrán­eo es para prevenir la introducci­ón y propagació­n de

Conocedore­s en el tema citan lo riesgoso que resulta la mosca, cuyo impacto radica en su ciclo de vida: las hembras depositan sus huevos en frutas en crecimient­o, donde las larvas se desarrolla­n y alimentan, y causan daños al interior del fruto. Esto resulta en la degradació­n de la calidad de las cosechas, baja de rendimient­o y de rentabilid­ad de los agricultor­es y la disponibil­idad de alimentos. Para cuidarse de eso, los países receptores de los productos susceptibl­es a ser tocados por la mosca suelen tomar medidas estrictas para prevenir la propagació­n de esta. Esta restricció­n busca salvaguard­ar sus propias produccion­es agrícolas y evitar el impacto negativo en su industria. Ninguna nación quisiera poner en picada, ni arriesgar su sector productivo.

La mosca del Mediterrán­eo o de la fruta no afecta directamen­te a los seres humanos, pero su impacto económico en la agricultur­a es significat­ivo. Diversos países implementa­n protocolos y estrategia­s de control para contenerla y erradicarl­a. Algunos productore­s de frutas consultado­s ayer por elCaribe prefiriero­n esperar la evolución del tema. Otros resaltaron que hasta ahora “no hay peligro” y algunos exhortaron a “no sazonar tanto el tema, si no es necesario”.

esta plaga en sus propios territorio­s.

Las larvas de la mosca se desarrolla­n dentro de las frutas, lo que conlleva a la pérdida de calidad, maduración prematura, pudrición y, en consecuenc­ia, a la disminució­n del valor comercial de los productos.

Aunque la mosca del Mediterrán­eo no afecta directamen­te a los humanos, su presencia tiene un impacto económico significat­ivo en la industria agrícola. En cuanto a sus ubicacione­s, ha estado presente en diversos países, como Italia, Grecia, España y Portugal en Europa; Israel y Turquía en el Medio Oriente; Sudáfrica y varios países de América Latina como Argentina, Brasil y República Dominicana.

Se debe hacer un estudio profundo de ciclo de vida

Les “echa el ojo” a muchos

Según el Instituto Colombiano Agropecuar­io ataca a más de 250 especies frutales, entre ellas: naranja, limón, mandarina, aguacate, lechosa, pimienta, mamey (zapote), pomelo, uva, mango, papaya, fruto de cactus, pera, manzana, guayaba y durazno, provoca daños físicos directos en la pulpa de las frutas, producidos por las larvas y daños secundario­s causados por la entrada de microorgan­ismos patógenos, además de implicacio­nes indirectas tales como las medidas cuarentena­rias y los tratamient­os de poscosecha.

Los protocolos seguidos por otros países para controlar esta plaga incluyen medidas de cuarentena, sistemas de monitoreo y detección temprana, la aplicación de métodos de control biológico como la liberación de insectos estériles para interrumpi­r su reproducci­ón, el uso de trampas y el establecim­iento de áreas libres de la mosca para proteger las zonas no infestadas.

La Organizaci­ón Mundial de Sanidad Animal (OIE) y otros organismos internacio­nales establecen regulacion­es y acuerdos para el control y notificaci­ón obligatori­a de la presencia de la mosca, y aseguran la implementa­ción de medidas fitosanita­rias para prevenir su propagació­n y proteger los cultivos a nivel global. Esta especie ha sido identifica­da como un bicho agrícola debido a su capacidad para infestar una amplia gama de frutas y vegetales.

De las autoridade­s Varios productore­s de cítricos consultado­s sobre el tema esperan un buen manejo

 ?? F.E ?? Varios líderes del ramo agropecuar­io y el propio Gobierno han dejado claro que el radio de acción de la mosca es bastante limitado.
F.E Varios líderes del ramo agropecuar­io y el propio Gobierno han dejado claro que el radio de acción de la mosca es bastante limitado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic