Arévalo asume el domingo presidencia
CIUDAD DE GUATEMALA. El académico de 65 años Bernardo Arévalo de León llega a la presidencia de Guatemala como un experto en diplomacia, con el diálogo como su principal carta de presentación.
Su llegada al poder se ha fraguado en ocho años, desde que las manifestaciones anticorrupción en 2015 dieron paso a la formación de su partido político, el Movimiento Semilla, de carácter socialdemócrata. Tras obtener una de las seis diputaciones de Semilla en las elecciones de 2019, Arévalo de León supo ganarse a la población como candidato con su discurso anticorrupción y un pasado sin tachas a la vista.
Considerado como progresista o de una izquierda moderada, el académico ha dicho que su principal lucha al tomar posesión será contra la corrupción, sin olvidar en un futuro temas principales como el combate a la desnutrición o la mejora de los servicios de salud.
Arévalo de León nació en Montevideo, Uruguay, país donde su padre se encontraba exiliado, y posteriormente vivió su infancia en Suramérica hasta los 15 años, edad en la que volvió a Guatemala.
El nuevo presidente se formó como sociólogo y doctor en Filosofía y Antropología Social, con la mayor parte de su educación cursada en universidades de Israel, España y Países Bajos. Antes de saltar a la vida política en Guatemala, Arévalo de León mantenía un perfil poco conocido como académico, dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y de seguridad en la región.
lEL CAIRO. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, cerró una gira por Oriente Medio en la que, tras haber hablado con líderes árabes, endureció su discurso contra la campaña militar de Israel en la Franja de Gaza y dijo que la vía para resolver el conflicto es crear un Estado palestino independiente.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos visitó Turquía, Grecia Jordania, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Israel, Cisjordania, Baréin y Egipto para delimitar un plan de actuación que ponga freno a la guerra, pero también a sus “preocupantes” repercusiones.
En esta cuarta gira regional desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, Blinken cambió el tono sobre la ofensiva israelí y subrayó “la importancia de evitar más daños a los civiles y proteger la infraestructura civil en Gaza”, aunque recordó el “derecho de Israel a evitar que se repitan los ataques terroristas del 7 de octubre”.
De fondo se trató también el peligro de la expansión de la guerra, con la escalada de la violencia entre Israel y el grupo libanés Hizbulá en la frontera común, los bombardeos en Beirut y los ataques hutíes del Yemen contra buques mercantes en el mar Rojo.
Estos son los principales temas que Blinken abordó en su viaje.
Blinken dejó claro junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, que cuenta con su apoyo para la creación de un Estado palestino propio según la solución de dos Estados “junto a Israel”, para que ambos “vivan en paz y seguridad”.
EE.UU. y parte de la comunidad internacional abogan por el retorno de la ANP -que gobierna en partes reducidas de Cisjordania ocupada- a la Franja de Gaza, cuando termine la guerra.
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