Febrero, o el principio del fin de la reelección
No hay duda, cada vez más la oposición que aglutina alianza RescateRD va dando pasos certeros y halagüeños de cara a febrero que tendrían ondas expansivas a mayo. A vuelo de pájaro, dos eventos objetivos-subjetivos a la vez: 1) encuentro-saludo Leonel-Danilo de principio de año, y 2) alianza PLD-OD…
Esos dos singulares eventos podrían estar anunciando que, en RescsteRD, se va construyendo una carpintería política de inteligencia estratégica más allá de febrero y la vista puesta en mayo. Y algo más: nada es inamovible, y eso es una incógnita o piedra en el zapato de la reelección que, dicho sea de paso, cada vez más se complica y se hace menos viable en la medida que la oposición se unifica y da señales reales de ser opción de poder.
La sensación o percepción que se va construyendo, proyectando o aflorando es como la de una ola o tsunami que se va gestando como una guerra de baja intensidad; pero que, sigilosamente, se encamina a devastar una recurrencia histórica llamada reelección. Hay señales o avisos de que, soterradamente, el país se apresta a ajustar cuentas al cambio en reversa y gobierno de popis.
Y es que hay señales, que, aunque minúsculas o mayúsculas, anuncian o que esconden voluntades y acuerdos tácitos o implícitos que que la población, en su inteligencia innata, capta y percibe como alentadores y de conciencia que se traducen, no pocas veces, en votos callados, de rebeldía o castigo…..
La reelección no anda bien que digamos -y nunca, al menos en nuestro país, se logró sin lodos ni triquiñuelas ( o peor, bajo eventos degradantes)-, pues, más que como el gomero o zapatero, y nos perdonan los gomeros y zapateros por el símil: tapando pinches y de remiendo en remiendo; o mejor dicho, que Vengoechea -jefe y director, en la sombra, de Paliza y Faride- ya tiene un ticket-pasaje con fecha y paísdestino que no podría ser hacia su patria: Colombia -él lo sabes y Samper, también-.
En síntesis, antesala de febrero próximo, este gobierno luce que se derrumba y descarrila en medio de escándalos que ya, la publicidad estatal y sus estrategas, no puede tapar o disipar con “encuestas”, “inauguraciones” falsas; y encima, delaciones, allende los mares, que ponen sogas al cuello y un poder difícil de retener, y es que la percepción pública artificiosa se vino abajo y la reelección es un náufrago a la deriva -rumbo a estrellarse sin posibilidad de evitarlo-. En definitiva, ya se vislumbra la derrota o el tsunami electoral arrasador. El país no aguanta más.
El cambio fue una estafa. Una pesadilla. ¡Una desgracia! Y el país está conteste: ¡Se van! !Mayoría-país, manda! !No hay otra fecha: mayo-2024! !Ni un día mas!
O como registró Cayo Suetonio Tranquilo que exclamó-arengó Julio César, al pie del Rubicón: “Alea iacta est”; o frase más común conocida “La suerte está echada”.