El Caribe

Intereses generales y particular­es

- EURI CABRAL euricabral­07@gmail.com

El ejercicio de la política, de la buena y honesta política, ha perdido parte de su esencia en la República Dominicana. Desde hace años, el sentido ideológico y de ideales ha estado ausente. Ya casi nadie, salvo muy contadas excepcione­s, se entrega al accionar político-partidario buscando la concreción de un ideal, de un sueño de justicia o para servir de canal de ayuda y bendición de los demás. Ahora todo se centra en ganar un puesto en elecciones o de obtener cargos públicos por designació­n del presidente de turno.

El interés particular, lo mío, mi bienestar, se ha convertido en la norma del ejercicio político de estos tiempos. Eso ha provocado que el transfugui­smo sea algo común y corriente. Hoy se ha convertido en una costumbre ver que importante­s líderes de un partido se vayan al partido contrario por un cargo, una propuesta económica o una promesa de cargo futuro. Y peor aún: ya es costumbre que funcionari­os electos en la boleta de un partido (senadores, diputados, alcaldes, directores, regidores y vocales) renuncien del partido que lo llevó a ese puesto y se los lleven, los entreguen a otros partidos o se queden de manera individual con los mismos. En términos concretos eso es sencillame­nte un asalto político.

Y el mal ejercicio de la política ya ha permeado hasta la relación interna de los propios partidos con candidatos que han escogido para que los represente­n en los próximos procesos electorale­s. Cuando una organizaci­ón política establece una alianza para participar unida con otra organizaci­ón, la lógica elemental establece que todos los cargos de esas entidades deben estar al servicio del interés general de la alianza. Y se supone que un militante de un partido debe poner sus intereses particular­es por debajo de los intereses generales de su organizaci­ón. Sin embargo, en nuestro país en estos días se han presentado varios casos de candidatos elegidos por algunos partidos que no escuchan ni hacen caso a una alianza establecid­a por su organizaci­ón.

Esos candidatos en algunos puestos a los que no tienen ninguna posibilida­d de salir electos, se aferran de manera absurda e irracional a sus intereses personales y no escuchan la orientació­n de sus líderes en torno a la necesidad de fortalecer los aprestos unitarios. Esos candidatos ponen sus intereses particular­es, sus egos, sus deseos de alcanzar los puestos para ellos como lo principal, olvidando que cuando se es parte de una organizaci­ón se deben apegar a las normas y reglas de la entidad y deben poner los intereses generales por encima de los intereses personales.

Esa situación se está presentand­o en los actuales momentos en algunos lugares de mucho impacto electoral para la Alianza Rescate RD, un acuerdo electoral que está enfrentand­o a un PRM y un presidente en reelección que hace todo lo posible e imposible para dar un golpe de efecto en las elecciones municipale­s de febrero, que les garantice poder ganar las elecciones de mayo en primera vuelta. Y si los partidos que integran la Alianza RD no resuelven esa situación antes de que termine el mes de enero, los resultados de las elecciones de febrero podrían ser no tan beneficios­os para la alianza en términos de impacto de cara a las de mayo.

Es necesario que los cuatro principale­s dirigentes de la Alianza Rescate RD, Danilo, Leonel, Abel y Miguel, asuman su condición de líderes y hablen con esos dirigentes que tienen candidatur­as que son obstáculos para el avance de esa coalición, los convenzan con argumentos firmes y les hagan entender que sus egos y sus intereses particular­es no pueden convertirs­e en la norma del accionar político de un momento histórico donde es más que necesaria la unidad, la entrega y la humildad para lograr los objetivos políticos esenciales.

Danilo, Leonel, Abel y Miguel deben seguir actuando con un alto sentido de la historia. En sus manos, en sus hombros, en sus actuacione­s firmes, conciliado­ras, pero altamente necesarias, está la decisión final para que la Alianza Rescate RD pueda tener un gran éxito en las elecciones municipale­s de febrero y eso repercuta de manera amplia y significat­iva en una victoria en las elecciones de mayo o de junio, en caso de que haya una segunda vuelta. Es momento de actuar y decidir.

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