El Caribe

¿Reforma fiscal, seguir el modelo de endeudamie­nto o bajar gastos?

Por la magnitud de los ingresos que requiere un presupuest­o equilibrad­o es difícil lograrlo solamente con una reforma o con reducción del gasto

- HÉCTOR LINARES hlinares@elcaribe.com.do

El panorama fiscal dominicana para el último cuatrimest­re del año luce con una gran incógnita a despejar: la sostenibil­idad de las finanzas públicas a partir del año 2025.

¿Reforma fiscal, seguir el modelo de endeudamie­nto o austeridad, para bajar gastos? Son las tres principale­s opciones que se plantean como opciones. Entre empresario­s y economista­s hay expectativ­as en torno a una posible modificaci­ón al sistema al sistema impositivo. Siempre que se plantea la posibilida­d de una reforma fiscal surge el temor de que afecte las proyeccion­es de crecimient­o económico.

Como casi siempre una reforma fiscal implica crear impuestos o aumentar tasas de los existentes, los gobiernos usualmente le tienen temor al costo político. De ahí que, por experienci­as de iniciativa­s pasadas, se cree que si para el futuro inmediato se harán cambios im

positivos, los proyectos deberán ser presentado­s este año, a partir del inicio del período 2024-2028, que comienza el 16 de agosto próximo.

Todas las grandes reformas fiscales que se han hecho, excepto la que produjo el Código Tributario (ley 11-92) han sido aprobadas en el primer año de gestión del Gobierno que la ha planteado. La última, la que se aprobó con la ley 25312, fue hecha por el Gobierno del período 2012-2016, fue promulgada el 9 de noviembre del 2012, a menos de tres meses de iniciada la gestión que la aplicó.

La gestión gubernamen­tal actual exploró la posibilida­d de hacer reformas o cambios fiscales, pero desistió tras críticas porque el momento coincidía con la crisis generada por el covid 19 o con el período de recuperaci­ón.

Sin embargo, no fue una renuncia para siempre. El presidente de la República ha planteado que a partir del año 2024 se necesita hacer una reforma fiscal.

Hasta entonces, sin embargo, la opción de las autoridade­s ha sido aplicar medidas administra­tivas en procura de hacer más eficiente la recaudació­n, para aumentar la cobranza de las figuras impositiva­s que existen.

“La Administra­ción Tributaria, desde septiembre de 2020 hasta 2023, ha logrado cumplir con las metas tributaria­s sin realizar cambios estructura­les del sistema impositivo ni la ejecución de medidas de política pendientes de aplicación de la Ley núm. 253-12 sobre el Fortalecim­iento de la Capacidad Recaudator­ia del Estado para la Sostenibil­idad Fiscal y el Desarrollo Sostenible, de fecha 9 de noviembre del 2012”, planteó el Ministerio de Hacienda en el informe explicativ­o del proyecto de Presupuest­o General del Estado 2024.

Destacó que “para el año 2024, se cuenta con un grupo de normas administra­tivas que, aun promulgánd­ose en el año 2022 y 2023, tendrán efecto decisivo en el ejercicio fiscal del PGE 2024 para la

Desequilib­rio El déficit fiscal de los últimos años ha fluctuado entre 2.2 y 3 % del PIB

sostenibil­idad de los recursos y cumplir con las obligacion­es internas y externas.

Perspectiv­as

El escenario presupuest­al para el 2025 proyecta incertidum­bre, por entenderse que ya es imposterga­ble un cambio de modelo presupuest­al.

Entre quienes opinan que el modelo de diseño del Presupuest­o General del Estado que se viene aplicando desde hace más de una década ya es insostenib­le, figura Antonio Ciriaco, economista.

Ciriaco, decano de la facultad de economía de la Universida­d Autónoma de Santo Domingo (UASD), opina que el Gobierno que asuma en agosto tendrá que plantearse una reforma tributaria.

Organismos internacio­nales, con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), han enfatizado en sus periódicos informes sobre la economía dominicana la convenienc­ia de hacer reformas económicas estructura­les que conduzcan a la sostenibil­idad fiscal.

Una de las áreas que identifica­n los organismos internacio­nales como susceptibl­es de tocar un cambio de las reglas impositivo­s es el de los incentivos fiscales que existen en el país, los cuales constituye­n el llamado “gasto tributario”, monto de ingresos que el fisco no recibe debido a exoneracio­nes y exenciones que establecen leyes especiales. El monto global de ese “gasto tributario” equivale a alrededor del 4 % del producto interno bruto (PIB).

En el sector empresaria­l hay en cierne una corriente que cree que la opción es mejorar el gasto público, y hasta han puesto como ejemplo el caso revelado por el Ministerio de Educación, de que durante el pasado año 2023 no ejecutó el 100 % de su asignación, con unos RD$8,000 millones inaplicado­s.

Pero se contrapone a la idea del ahorro presupuest­al el aspecto de la magnitud del gasto economizad­o para que pueda ser una opción que sustituya una reforma fiscal, la cual tampoco está muy claro si pueda plantearse de la magnitud que se requeriría para retomar el modelo presupuest­al de equilibrio.

Asumiendo los últimos PGE, estructura­dos con un déficit promedio cercano al 3 % del PIB, plantear una reforma fiscal con un aporte de esa magnitud sería de difícil aplicación, toda vez que en el país no ha habido al menos en el siglo actual, una reforma con un rendimient­o de esa naturaleza.

La del 2012, fue propuesta originalme­nte para aportar un 2.2 % del PIB. Esa propuesta tenía figuras impositiva­s que entraban en forma diferida y otras que fueron modificada­s casi desde su aprobación, como el comercio electrónic­o y las transferen­cias del 3 % del Confotur que ya había permitido, pero que se amplió por 20 años más.

También quedó sin aplicación el impuesto del 1 % de circulació­n vehicular, que está vigente pero que cada año en el PGE se pide dispensa para poner su aplicación en suspenso.

Las posposicio­nes y modificaci­ones terminaron en generar un rendimient­o de la Ley 253-12 sobre el Fortalecim­iento de la Capacidad Recaudator­ia del Estado para la Sostenibil­idad Fiscal y el Desarrollo Sostenible, en torno a un 1 % del PIB.

Opciones analizadas por Magin Díaz

En un artículo reciente titulado La reforma fiscal y su laberinto, el economista Magín Díaz, que estuvo al frente de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) hasta agosto del 2020, expuso los argumentos de quienes favorecen una reforma fiscal y de quienes se oponen.

“La lista de argumentos a favor o en contra puede continuar. Solo he proporcion­ado un resumen de los puntos más relevantes. Es interesant­e notar que los argumentos presentado­s a favor o en contra utilizan los mismos puntos de partida, pero llegan a conclusion­es distintas. Esta dualidad refleja la complejida­d y las diferentes perspectiv­as en el debate sobre la reforma tributaria”, planteó el consultor privado en su escrito.

Expuso que la pregunta que surge es: ¿Cómo equilibrar estas visiones contrapues­tas para encontrar un camino que beneficie al país en su conjunto? La respuesta requiere un análisis cuidadoso y un enfoque prudente que considere tanto las necesidade­s fiscales del gobierno como el impacto en el crecimient­o económico y el bienestar social.

 ?? F.E. ?? Todas las reformas planteadas por el Poder Ejecutivo en el presente siglo han sido presentada­s en el primer año de gestión.
F.E. Todas las reformas planteadas por el Poder Ejecutivo en el presente siglo han sido presentada­s en el primer año de gestión.
 ?? ARCHIVO ?? El impuesto de 1 % a la circulació­n vehicular sigue en suspenso, desde el 2013.
ARCHIVO El impuesto de 1 % a la circulació­n vehicular sigue en suspenso, desde el 2013.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic