El Caribe

“Creo firmemente en la evolución del poeta a lo largo del tiempo”

- MARÍA ESPERANZA PÉREZ mperez@elcaribe.com.do

¿Cómo definiría a su poesía?

He escrito siempre desde lo íntimo, cuando intento alejarme del latido de mi propio corazón termino creando una suerte de alter ego inexacto. Quiero decir, no toda mi poesía sale de la experienci­a propia, sin embargo, toda está vinculada a mi mirada más íntima de la realidad. Aun hablando de otros lo hago desde mi propia piel, he notado que solo escribo de aquellas cosas que me sacuden, nada que me es indiferent­e tiene cabida en mis versos, ni por encajar ni porque sea el tema del momento. Uno de mis grandes amigos, el escritor Víctor Andrés De Óleo dijo hace pocos meses sobre mi último libro: Ya desde el título se puede advertir que este poemario ha sido construido desde la identidad de la poeta, desde la concepción de sí misma como un árbol que nos habla de sus distintas ramas y raíces. Y creo que acertó indudablem­ente. Mi poesía soy yo, desde mi personalid­ad de total recogimien­to, como quien mira desde una habitación en penumbras al mundo, quien se encuentre en ella también me encuentra a mí.

¿La poesía es fruto de la inspiració­n o del trabajo?

La poesía, en mi experienci­a, es el resultado de una intrincada danza entre la inspiració­n y el trabajo arduo. La musa puede tocar la puerta en cualquier momento, pero es el compromiso constante con la escritura, la revisión y la experiment­ación lo que da forma a la obra final. Coincido con Picasso en que “la inspiració­n existe, pero tiene que encontrart­e trabajando”.

¿Qué estímulo es más importante para la creación literaria, la experienci­a cultural o lo cotidiano?

Particular­mente, considero que ambos aspectos son de suma relevancia para fomentar la creativida­d. No obstante, incli

no mi perspectiv­a hacia la creación en entornos culturalme­nte activos, donde los creadores pueden interactua­r y establecer un contacto directo con las diversas manifestac­iones culturales. A principios de diciembre de 2022, tuve la oportunida­d de recorrer los salones y pasillos del extraordin­ario Museo del Prado en Madrid. Quedé maravillad­a frente a la obra “Saturno devorando a su hijo”, evocando mis años de estudio en la escuela, mis lecciones sobre el romanticis­mo español y las referencia­s precisas al gran Goya. No puedo describir con exactitud la mezcla de emociones que experiment­é en ese salón de Pinturas negras. Considero que esta experienci­a cultural tuvo un impacto significat­ivo de manera enriqueced­ora e inexplicab­le. Durante esos meses en los que tuve la oportunida­d de frecuentar museos, teatros, pueblos medievales de España, ferias del libro y conciertos me sentí sumamente inspirada. La diversidad cultural de un país tan rico y dispuesto a ofrecer experienci­as excepciona­les en todos los sectores del arte sin duda constituye un fuerte incentivo para la creativida­d.

¿Crees que el poeta evoluciona en su escritura?

Sí, creo firmemente en la evolución del poeta a lo largo del tiempo. La experienci­a, el aprendizaj­e y la madurez se reflejan en la escritura. Es en ese proceso de maduración y de crecimient­o que muchos poetas encuentran su propia voz, todo oficio es asumido con una perspectiv­a distinta en la misma medida que nos hacemos más maduros en todos los aspectos de la vida.

¿Qué lugar ocupa, para una poeta como usted la lectura en vivo?

Siempre he sentido que soy una terrible declamador­a, pero disfruto escuchar a otros leer poesía, hay poetas o lectores en general que tienen ese algo que hace la poesía más poesía en su voz, es el caso del poeta y amigo Joel Julio García que recita maravillos­amente. Considero de mucha importanci­a crear espacios donde se recite para el disfrute de los lectores y escritores.

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de internet, foros literarios cibernétic­os, revistas virtuales, entre otros?

Esas nuevas formas de difusión son una ventana invaluable para la literatura contemporá­nea. En línea con la democratiz­ación del acceso a la cultura, estas plataforma­s permiten una difusión más amplia y diversa de las voces literarias. Creo que es una nueva forma de acercamien­to, todos tenemos la oportunida­d de llegar a los lectores en distintas partes del mundo, conectar con una audiencia interesada en lo que hacemos en la literatura y de alguna forma enriquecer­nos mutuamente.

¿Cómo ve la industria editorial?

Pensar la industria editorial como una relación entre un escritor y una empresa que impulsará su obra es muy limitante en esta época de tan bestial producción y distribuci­ón, digamos que tampoco podemos pensarla como unos cuant os sonoros y reconocido­s sellos editoriale­s pues las pequeñas editoriale­s tanto de lineamient­os tradiciona­les como independie­ntes sobran y abundan actualment­e. Entonces desde un espectro más amplio la industria editorial actualment­e se encuentra participan­do de la digitaliza­ción, dispuesta a conectar con todo tipo de lectores atendiendo a los efectos innegables de un mundo más interconec­tado, más exigente, que consume de forma rápida contenido audiovisua­l y necesita satisfacci­ón instantáne­a. La digitaliza­ción y la autoedició­n han democratiz­ado el acceso al mercado, aunque es evidente que plantean desafíos de calidad. La prevalenci­a de dispositiv­os electrónic­os ha cambiado los hábitos de lectura, con una creciente demanda de obras diversas y representa­tivas. A las cuales se van adaptando las editoriale­s. La visibilida­d en línea es esencial, con autores y editoriale­s participan­do activament­e en plataforma­s digitales con el objetivo de lograr alcance y conectar con futuros lectores. La capacidad de adaptación de la industria a estas dinámicas cambiantes determinar­á su éxito continuo. Aunque enfrenta desafíos, la industria editorial también presenta oportunida­des para la diversific­ación y la expansión de la literatura en diferentes formatos y plataforma­s.

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Ámbar Rodríguez también es gestora cultural.

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