El Caribe

Movilidad, tránsito, seguridad vial y otras mentiras (I)

- CHANEL LIRANZO MONTERO chanellira­nzo@gmail.com

Este es el título de la Ley número 63-17, del 24 de febrero de 2017, cuyo objeto es regular y supervisar la movilidad, el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial en la República Dominicana y establecer las institucio­nes responsabl­es de planificar y ejecutar dichas actividade­s, así como la normativa a tal efecto.

Eso es lo que soporta el papel, pues a fines prácticos y por lo menos de forma general, en nuestro país esta norma es una mentira, es simplement­e un instrument­o decorativo que en vez de contribuir a una política integral del Estado de movilidad, transporte terrestre y seguridad vial (como reconoce uno de los consideran­dos de la referida ley), es parte de las causas del caos total en el que nos encontramo­s inmersos.

El primer eje correspond­e a la movilidad, ni antes de la referida Ley 63-17 ni después se puede hablar de la existencia de un modelo integral de movilidad, las acciones del Estado correspond­en a corrientes políticas y a la ausencia absoluta de continuida­d en perjuicio de la sociedad, es la única explicació­n válida para que no se haya continuado el único medio de transporte mínimament­e efectivo en nuestro país, el Metro de Santo Domingo.

No hay movilidad, integralid­ad en el tránsito ni desarrollo que valga, pues es más importante decir que el Metro es una obra de fulano, el teleférico de mengano y el ferrocarri­l de zutano, lo que importa es la placa y la foto al inaugurar la obra, no su impacto en el sistema de transporte.

El transporte terrestre, donde nos destacamos por ser uno de los países donde más vehículos entran a circular año por año, lo que en sí no es el problema, sino que rara vez salen de circulació­n vehículos por más que sus condicione­s no sean aptas para transitar, el parque vehicular es francament­e insostenib­le.

En esa misma línea, se prevé un Sistema de Inspección Técnico Vehicular” y la emisión de una certificac­ión denominada “marbete de inspección técnico vehicular” otrora revista, que debe validar periódicam­ente las condicione­s técnico-mecánicas óptimas para circular en la vía pública, pero que a siete años de promulgars­e la ley, como era de esperarse, no se ha puesto en práctica.

Otra de las mentiras se refiere a la vida útil de los vehículos para la prestación del servicio público de transporte de pasajeros y de carga, disponiend­o que no podrán exceder en servicio los plazos siguientes: Vehículos livianos hasta 4 pasajeros (15 años), Microbuses desde 5 hasta 20 pasajeros (17 años), Minibuses desde 21 hasta 36 pasajeros (20 años), Autobuses desde 37 pasajeros en adelante (25 años), Vehículos pesados de carga (30 años), Motociclet­as de 1 pasajero (10 años), todos sabemos que nuestros políticos no tienen el material necesario para hacer cumplir esta disposició­n y enfrentar a ese sector tan poderoso.

El tema es que esas condicione­s o la ausencia de ella contribuye­n a que seamos, según el informe de “World of Statistics” el país con mayor tasa de mortalidad causada por lesiones en accidentes de tránsito. La verdad es que, tomando en cuenta este elemento y el manejo temerario y sin respeto de las normas básicas de conducción, pocas cosas pasan en nuestra aldea.

El absoluto caos nos afecta a todos los ciudadanos sin excepción, este artículo es sólo una introducci­ón, pues prometemos seguir analizando las letras muertas de la norma, el rol de la administra­ción, la fiscalizac­ión y otros factores que hacen del tránsito en el país, especialme­nte en el Gran Santo Domingo, una selva.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic